Luego de un partido más parecido al ajedrez que al fútbol, Boca y Santos igualaron sin goles en La Bombonera, en el comienzo de la segunda semifinal de la Copa Libertadores.
Quedará como incógnita si el xeneize y su rival habrán tomado nota de lo ocurrido el día anterior cuando Palmeiras goleó a River. El comienzo de la segunda llave del torneo continental tuvo a dos equipos que se cuidaron más de lo que intentaron y ambos lograron sus objetivos de mínima cara al partido de vuelta del próximo miércoles. Por un lado, el local no recibió goles en casa y la visita se volvió a su país sin perder.
Los primeros 45' de la serie carecieron de situaciones. Santos salió a neutralizar a su rival mediante marcas individuales que funcionaron, mientras que Boca intentó tomar la iniciativa pero tuvo a los laterales muy contenidos y eso generó una anemia en el juego colectivo.
Sebastián Villa en el local y Jefferson Soteldo en la visita fueron los únicos que intentaron algo distinto en medio de un panorama muy pobre. El colombiano arrancó bien pero se fue diluyendo con el correr de los minutos y sus últimos ataques terminaron todos en los pies de algún rival. Por su parte, el venezolano entretuvo demasiado la pelota y tampoco inquietó a Andrada.
Al minuto del complemento, llegó la primera clara para el local con un pase de Tevez a Salvio, que exigió la primera atajada seria del arquero John. El ex Benfica estuvo más activo y, más allá de que le faltó prolijidad, Boca mostró cierta mejora en su juego.
Miguel Russo movió el banco con el ingreso de Edwin Cardona por González, en un cambio audaz que no le dio el resultado esperado. Sobre los 23', Tevez inventó una jugada desde la izquierda al centro y su remate salió apenas ancho, en una muy clara.
El desgaste empezó a notarse, porque corrieron más de lo que jugaron y ninguno quiso arriesgar demasiado. En ese contexto, Carlitos resolvió mal un contragolpe en el que tenía pase y pateó a cualquier lado.
La visita pidió penal en un cruce de Izquierdoz sobre Marinho que el juez Roberto Tobar decidió no sancionar. El árbitro chileno esperó el mensaje de sus colegas del VAR, que rápidamente desestimaron el pedido.
Tras el pitazo de cierre, con el 0-0 en la ida, la buena para Boca es que no le convirtieron y de visitante tiene jugadores con características para aprovechar los espacios. Otra lectura posible es que de local se debe arriesgar más, pero será el resultado definitivo en Brasil el que condicione el análisis final.