La Fórmula 1 adolece de falta de competitividad, no es algo nuevo, ya ocurrió en el pasado y se repite de forma cíclica, quizás ahora es más acuciante por los siete Campeonatos de Constructores consecutivos que atesora Mercedes.
Salvador Mendez Aunque todavía se sigue trabajando en un plan para el nuevo formato de carrera de sprint el sábado, el presidente de la FIA se ha referido a este nuevo formato como superclasificación. Por el momento, lo único seguro es que se probará en tres Grandes Premios esta temporada, a pesar de que no todos ven con buenos ojos el cambio.
La mayor reticencia a un nuevo formato para añadir más emoción al sábado, una vez descartada la inversión de parrilla como sucede en la Fórmula 2, es que podría restarle valor a la carrera del domingo. Entre los que han mostrado públicamente sus reticencias está Carlos Sainz, que se refirió a este tema con una sencilla pregunta que resume el dilema: ¿dos ganadores el mismo fin de semana? Y ese es el gran peligro, si la carrera sprint del sábado resta valor al Gran Premio el dominio, como dicen en mi pueblo, habremos hecho un pan con unas tortas.
También el tetracampeón Sebastian Vettel calificó la propuesta de “parche” recordando que “un Gran Premio de 300 km es el mayor desafío de todo el fin de semana”. En la última reunión de la Comisión de F1 los equipos aprobaron provisionalmente la propuesta, o mejor dicho, aprobaron seguir adelante con el trabajo en esa línea que debería desembocar en una propuesta firme de como se desarrollaría el evento del sábado. Stefano Domenicali confirmaba que se presentaría antes de la primera carrera, el Gran Premio de Bahrein 2021 el 28 de marzo.
“Estamos trabajando en los detalles y presentaremos nuestros planes antes de Bahrein. Tenemos que asegurarnos que exista una gran diferencia entre el sábado y la carrera. La ceremonia tras el Gran Premio es la culminación del evento, no puede haber nada comparable a eso el sábado”, dijo Domenicali. Si nos atenemos a eso la superclasificación del sábado no tendría podio, lo cual, de cara al simbolismo, sería importante.
Pero si eso supone que los aficionados tengan en la cabeza que hubo un ganador el sábado y empezamos a hablar de ganadores de sábado y ganadores de domingo, el formato se verá seriamente comprometido.
“Exite la intención de introducir una superclasificación para dos o tres Grandes Premios. Estamos contentos de hacer algo para crear más emoción, pero no queremos dañar el deporte”, dijo Jean Todt, presidente de la FIA. Es un asunto realmente complicado y que tanto FIA como Fórmula 1, como los equipos, deben valorar con mucho cuidado. Si tratando de mejorar el formato para ofrecer más espectáculo al aficionado se ven comprometidas las carreras se habrá cavado la tumba.
La emoción de la Fórmula 1 tiene su esencia en la dificultad que supone lograr una victoria, pero cuando tenemos un equipo que domina con solvencia, como es el caso de Mercedes en toda la era híbrida, es cuando llegan los problemas. Quizás antes de pensar en modificar formatos en la carreras, habría que pensar en encontrar el modo de que los equipos pequeños tuviesen más oportunidades.
La limitación de presupuesto, por ejemplo, parece buen modo de igualar la parrilla, pero hay que seguir trabajando en esa línea. Qué bueno sería para este deporte que más equipos estuviesen deseando entrar en el campeonato y que las opciones estuviesen más abiertas. Quizás habría que trabajar más en que las normas pusiesen contra las cuerdas a los ingenieros en las fábricas. Y no cada cuatro, cinco o seis años, sino cada temporada. Si a eso se une una limitación de presupuesto, podríamos tener una combinación perfecta para que alguien ingenioso de un equipo modesto tuviese opciones a competir con los grandes.