El equipo alemán sigue intentando recortar la distancia respecto a Ferrari y Red Bull para liderar la Fórmula 1.
La naturaleza de la alta carga aerodinámica que tiene el circuito de Hungaroring radicó en que Mercedes no solamente colocó piezas nuevas en su W13, sino que también optó por montar elementos más viejos con el fin de lograr un monoplaza más veloz y estable.
Eso comenzó en la parte delantera del auto: se pudo observar que las flechas de plata han utilizado un alerón delantero más cargado, después de recortar algunas piezas superiores cuando fue necesario, para ayudar a reducir la carga aerodinámica y la resistencia.
Estos cambios ayudaron a equilibrar mejor el monoplaza, puesto que la escudería germana ha vuelto a la configuración de mayor carga en el alerón trasero, aunque con algunas modificaciones para esta carrera, con el fin de obtener lo mejor de él. Cabe recordar que durante este año Mercedes ha sufrido mucho con el porpoising (ver nota).
Mercedes también recurrió a otro viejo elemento favorito en Hungría: regresaron el par de aletines con forma de bumerán en el Halo del W13. Dichas piezas han sido algo básico para muchos equipos en esta zona del auto desde 2018, y es que ayuda a controlar el flujo del aire que va sobre el dispositivo de seguridad, haciendo así que permanezca unido, a la vez que lo mejora mientras se transmite hacia la parte trasera.
La escudería de Brackley utilizó una configuración similar a lo largo de la pasada campaña, pero había optado por no instalar esos aletines durante la primera mitad de año, quizá porque fueron incapaces de ver el beneficio real que suponía esto en la aerodinámica original.