La categoría y la escudería italiana anunciaron su ayuda a los damnificados por el ciclón Minerva; todos los equipos coincidieron en otra colaboración; el presidente de la F. 1 nació en la región afectada
El número de muertes tras las inundaciones que azotaron el noreste de Italia desde el martes, contrastantes con la sequía que sufre la región desde 2022, aumenta cada día, mientras se calcula que 20.000 personas se han quedado sin hogar. En ese contexto, el Gran Premio de Emilia-Romagna de Fórmula 1 que debía desarrollarse este fin de semana en Imola fue cancelado y la organización de la máxima categoría del automovilismo se unió a la escudería Ferrari con una millonaria donación.
“Ferrari apoya a la comunidad afectada por las inundaciones y está donando un millón de euros a la Agencia de Seguridad Territorial y Protección Civil de la Región de Emilia-Romagna, uniéndose así a la campaña de recaudación de fondos”, anunció en las redes sociales el equipo que tiene sede en Maranello, norte de esa región. La iniciativa solidaria tuvo eco prontamente.
La Fórmula 1 imitó la decisión y este viernes anunció que entregaría la misma cifra para contribuir con las tareas de socorro, con un plus. Los diez equipos y la dirección del autódromo Enzo y Dino Ferrari decidieron enviar la comida que se iba a servir durante el gran premio a los bancos de alimentos creados exclusivamente para los afectados por el paso del ciclón Minerva. Veintitrés ríos –entre ellos, el Santerno, que discurre a pocos metros del paddock de Imola– se desbordaron tras las intensas lluvias de principios de esta semana, incluso en lo alto de las montañas del suroeste que los alimentan, y provocaron la crecida del agua en exceso y los desbordes.
El dinero será utiliza para ayudar a la población, con especial atención en los proyectos de recuperación ambiental y de gestión de la inestabilidad hidrogeológica, según profundizó Ferrari. Benedetto Vigna, CEO de la escudería, declaró: “En tiempos difíciles, Ferrari siempre está al lado de su comunidad. Quisimos dar una respuesta concreta e inmediata a las necesidades más urgentes de la población de Emilia Romagna, afectada por la catástrofe ambiental”.
La carrera fue cancelada en respuesta a la situación, sin garantía de seguridad. Un número limitado de operarios –muchos de los cuales habían estado en el lugar instalando el paddock y la infraestructura alrededor del circuito– fue autorizado a regresar para desmantelar lo armado y comenzar el traslado a Mónaco, donde será la siguiente cita de la categoría.
“Nací y crecí en las maravillosas tierras de Emilia-Romagna, un lugar que está viviendo algunos de los momentos más tristes de su historia. La situación que afrontan las comunidades locales es terrible, pero sé que la resistencia y la pasión de la gente de la región, como la de tantas otras en toda Italia, prevalecerá a través de esta crisis”, señaló el CEO de la Fórmula 1 y ex director deportivo de Ferrari, Stefano Domenicali, nacido en Imola hace 58 años.
“Debemos hacer todo lo que esté a nuestra mano para ayudarlos en estos momentos difíciles, y por eso estamos haciendo donaciones para contribuir a los esfuerzos de socorro en el lugar. Mis pensamientos, en nombre de toda la comunidad de la Fórmula 1, están con todos los afectados y queremos dar las gracias a los servicios de emergencia por su increíble trabajo”, agregó Domenicali.
En lo deportivo, se cree muy poco probable que el Gran Premio de Emilia-Romagna sea reprogramado para más adelante en la temporada, debido a la falta de lugar en el calendario. Por lo tanto, el actual campeonato queda aun más reducido luego de la cancelación del Gran Premio de China, que se había fijado para el 16 de abril pero que fue anulado debido a las restricciones por Covid-19 en el país asiático.
Por el momento no trascendieron repercusiones sobre los montos que aportaron Ferrari y la Fórmula 1, dos organizaciones que mueven cientos o miles de millones de euros anualmente, a los afectados.