En su cuenta de X señaló que la ayuda del Tesoro norteamericano “sirve para evitar movimientos cambiarios especulativos”, pero que no alcanza para frenar una devaluación. “Un progreso duradero requerirá que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genera apoyo para sus reformas internamente.
Además, el Financial Times (FT), el principal diario de negocios a nivel global, publicó un análisis crítico sobre el plan económico de Javier Milei. En su artículo "US support is only a temporary fix for Argentina", afirmó que, si bien el respaldo del Tesoro de Estados Unidos puede tranquilizar a los mercados en el corto plazo, "este tipo de intervenciones solo gana tiempo, sin abordar las contradicciones estructurales del modelo económico argentino".
El comentario golpea la idea del Gobierno de que el préstamo marca un antes y un después. Ernesto Tenembaum lo recordó en su columna del domingo: “El ministro sostiene que ha empezado una nueva era. Otras personas piensan que, como mínimo, faltan algunos pasos para ser tan optimistas”, citando a Gopinath como prueba de que afuera también dudan.
Por lo bajo, el FMI también viene reclamando un tipo de cambio más alto para el dólar, al que consideran artificialmente planchado por el Gobierno.
La política se mete en el medio. La ayuda financiera llega justo antes de las elecciones legislativas naciones del 26 de octubre, donde el Gobierno necesita mostrar resultados rápidos. La presión es todavía mayor porque el 7 de diciembre de 2025, sufrió un duro revés en las legislativas provinciales, que dejó al oficialismo más debilitado y en alerta.
A esto se suma otro detalle incómodo: el año pasado, NOTICIAS reveló que Javier Milei plagió a Gita Gopinath en su libro "Pandenomics", un hecho incómodo que resurge ahora que la economista advierte sobre los límites de las medidas del Gobierno.
El rescate es un alivio de corto plazo, pero no resuelve lo central: cuánto tiempo puede estirar el Gobierno esta situación antes de enfrentar las correcciones que el propio FMI y varios analistas ven como inevitables.