En conversación con Canal E, el economista Nicolás Borra alertó sobre la creciente brecha cambiaria y explicó por qué el sistema cambiario actual ha dejado de ser viable para los mercados financieros.
Restricciones y distorsiones: el sistema no da para más
“Tenemos esta nueva restricción cruzada que causó una brecha entre el oficial, el MEP y el blue”, explicó Borra, al analizar el impacto de la Comunicación A8336 del BCRA. El especialista advirtió que este tipo de medidas son propias de “situaciones de crisis o de mucho estrés en el mercado”, y que el gobierno las toma para ganar tiempo sin atacar el problema estructural.
“Yo creo que estas situaciones vienen desde hace tres o cuatro meses”, subrayó, señalando que el esquema monetario y cambiario vigente “ya no lo tolera más el mercado”.
“En pro de querer seguir extendiéndolo, te lleva a poner este tipo de cercos”, sostuvo. Borra también explicó que estas restricciones buscan evitar maniobras como el “rulo”, pero que en la práctica “afectan a todos y no sólo a los supuestos especuladores”. “Vamos a un dólar puré, como se le dice en la jerga”, dijo en referencia a la operatoria que consiste en comprar dólares al oficial para luego liquidarlos en el mercado informal.
Riesgo país, elecciones y miedo al equity argentino
“El gobierno siempre fue defensor de estas prácticas, pero cuando las tuvo enfrente, el esquema no pudo resistir”, aseguró Borra, recordando que La Libertad Avanza incluso promovía estrategias de arbitraje antes de asumir.
Frente al bajo desempeño del MERVAL, Borra explicó que si bien hay apoyo internacional —desde el FMI hasta el Banco Mundial—, “ese respaldo es sólo para garantizar pagos de deuda, no para estimular la economía real”.
“El equity viene con presión vendedora desde principios de año”, señaló, y dijo que tras cada rebote de los activos, “aparecían ventas que lo convertían en una oportunidad de salida, no de compra”.
Además, Borra fue tajante con el panorama futuro: “Yo no estaría comprado en un hecho de elecciones como tenemos ahora próximo”, y aseguró que los verdaderos resultados de las empresas argentinas recién se verán en 2027 o 2028. “Argentina es cíclica y el mercado ya lo sabe: no hay apetito por la renta variable