El Parlamento de Irán anunció este lunes que suspenderá durante dos semanas sus trabajos debido al aumento de los contagios y las muertes en el marco de la pandemia de coronavirus, que alcanzó cifras récord durante los últimos días en el país.
El diputado Ahmad Amirabadi Farahani, de la Junta Directiva del Parlamento, dijo que ante la declaración de Teherán como zona de alto riesgo, los parlamentarios se trasladarán dos semanas a sus circunscripciones para analizar la situación en cada una de ellas.
"Esta decisión se adoptó debido al aumento del número de muertos por la pandemia de coronavirus y para respetar los protocolos sanitarios con el objetivo de proteger la vida y la salud del personal del Parlamento", sostuvo, citado por la agencia de noticias iraní Tasnim.
Irán, que lucha contra el peor brote de coronavirus de Medio Oriente hace más de un año, vio dispararse la curva de contagios después de que millones de personas desafiaran las prohibiciones del Gobierno para reunirse y viajar durante el Año Nuevo persa.
Desde principios de mes, el país asiático experimentó un nuevo repunte de casos al registrar cifras récord en cuatro meses, cuyo aumento no mengua, y de muertes en más de tres meses.
Ayer mismo volvió a informar de más de 400 muertos a causa de la enfermedad en las 24 horas previas, un número que no se alcanzaba desde hacía cinco meses.
Las escuelas, los negocios, los teatros y las instalaciones deportivas tendrán que cerrar sus puertas y las reuniones quedarán prohibidas durante parte del mes sagrado musulmán del Ramadán
El Ministerio de Salud indicó este lunes que durante el último día se notificaron 24.346 casos y 398 muertos por coronavirus, lo que sitúa los totales en más de 2,26 millones y 67.130, respectivamente.
Ante el alarmante crecimiento de la curva epidemiológica y en medio de la cuarta ola de coronavirus, el Gobierno anunció la semana pasada un nuevo cierre que afectará a 23 de las 31 provincias del país.
Las escuelas, los negocios, los teatros y las instalaciones deportivas tendrán que cerrar sus puertas y las reuniones quedarán prohibidas durante parte del mes sagrado musulmán del Ramadán, que comenzó el miércoles pasado.
En esta situación, el presidente del país, Hasan Rohani, pidió el sábado pasado a los iraníes la adopción de "un nuevo estilo" de vida, dada la virulencia de la enfermedad.
El 5 de abril, Teherán había entrado por tercera vez desde el inicio de la pandemia en 2019, en el nivel conocido como “código rojo”, la mayor instancia de restricciones posible, lo que significa que sólo están autorizadas las actividades esenciales.
Este nivel de restricciones contempla también la prohibición de viajes en auto entre ciudades y la limitación de las horas de trabajo de las oficinas públicas y de muchas compañías privadas para evitar una mayor propagación del virus.
Unas 50 ciudades entraron también en código rojo, con solo 23 en código azul, el que le sigue al rojo en nivel de riesgo, del total de más de 800 ciudades del país.
Mientras tanto, la campaña de vacunación avanza lento.
Irán recibió a principios de mes el primer cargamento de dosis de vacunas contra el coronavirus del mecanismo Covax, que suministra dosis gratis para países de medianos y bajos recursos.
Este primer envío consistió en 700.000 dosis de la vacuna del laboratorio AstraZeneca llegadas de Países Bajos.