La llegada de Novak Djokovic a Australia detonó el mundo del tenis. Le negaron la visa porque no presentó los certificados de vacunación contra el covid y desde el jueves quedó aislado en un hotel para refugiados en Melbourne. Este episodio impulsó una revolución que está liderada por Srdjan Djokovic, el padre del tenista. El tipo agarró el megáfono y no se privó de nada: arengó a los serbios para que se movilizaran, se atrevió a comparar a Novak con Jesucristo y Espartaco, lo propuso como “un símbolo del mundo libre” y hasta provocó cierta tensión diplomática entre Australia y Serbia.
¿Quién es este personaje que esta semana le robó el protagonismo al tenista número uno del mundo? En principio, un sujeto con cierta habilidad para generar revuelo mediático. Acá, por ejemplo, hubiera manipulado sin demasiado esfuerzo a antivacunas y libertarios. Pero si bien esta semana tuvo sus quince minutos de padre famoso, la influencia de Srdjan sobre Novak viene de antes. Ojo, no se trata de esos típicos padres despiadados que explotan a sus hijos deportistas, pero de todos modos se involucró en la carrera del tenista aún cuando Nole no estuviera de acuerdo.
Convencido de que su hijo es el mejor tenista de la historia, don Srdjan no repara en bastardear a aquellos que se atreven a disputarle el trono. ¿Los blancos preferidos? Roger Federer y Rafael Nadal, claro. Al tenista suizo lo considera “viejo” y hasta se atrevió a decir públicamente que no se retira porque sabe que Djokovic lo va a superar y que por eso prefiere arrastrarse en las canchas para intentar arañar algún título más. Y sigue: también suele cuestionar al establishment del tenis mundial, al circuito ATP y a los seguidores que prefieren a otros tenistas antes que a su hijo.
Srdjan tiene un pasado como deportista: jugó al tenis de mesa y se destacó como esquiador. Pero eso es historia. Ahora destina su tiempo a otras actividades: junto con su esposa Dijana administra una pizzería y, por supuesto, también gestiona parte de la fortuna de Novak. Y con la cuota de impunidad que le da ser el padre de un deportista de élite, esta semana se convirtió en líder de un ejército de serbios que desde hace tres días enarbolan en Belgrado consignas por la libertad en el mundo.
Padre violento. El mundo del tenis suele ofrecer muchas historias de jóvenes sometidos y explotados por sus padres. El caso más emblemático es el de la francesa Mary Pierce. Con apenas 14 años deslumbró en el circuito a finales de los 80, lugar al que llegó obligada por su padre Jim Pierce, quien la había hecho abandonar los estudios para convertirla en la mejor tenista del mundo.
“Sufrí mucha presión desde pequeña con este tema porque yo quería ser pediatra. Durante esa etapa jugué al tenis porque no tenía otra opción. Tenía que ganar porque, si no lo hacía, mi padre se volvería agresivo y tenía miedo de que eso sucediera. El miedo era mi emoción motriz”, confesó la ex tenista.
Durante un partido de juveniles ante la búlgara Magalena Maleeva, el padre de Mary le gritó desde la tribuna “¡Mata a esa zorra!”. Fue un escándalo que derivó en la promulgación de la Ley Pierce: cualquier conducta abusiva de jugadores, familiares o entrenadores durante un partido será sancionada con una suspensión de cinco años.
Además de insultar a rivales, Jim Pierce también agredía a su propia hija. En un partido llegó a lanzarle una bolsa por la cabeza y en Roland Garros de 1993 lo tuvieron que sacar de la pista entre diez agentes de seguridad. La violencia que ejercía era tal que la tenista tuvo que contratar guardaespaldas para que su padre no se le acercara.
Cómo crear un campeón. Desde que André nació en 1970, Mike Agassi se propuso fabricar un tenista de élite. Todavía era un bebé cuando le armó un móvil con pelotas de tenis colgando y le ató una paleta de ping pong en una mano para que les pegara. Años después mejoró su invención: una máquina que disparaba 2.500 pelotas al día. “Un niño que devuelve un millón de pelotas al año será invencible”, justificaba ese ex boxeador iraní con un paso olvidable por el mundo del deporte. En su extraordinaria autobiografía Open, André confesó que su padre llegó a proporcionarle anfetaminas.
Hermanas campeonas. Richard Williams vio un día como la rumana Virginia Ruzici recibía un cheque de 40 mil dólares por ganar un torneo. No dudó: sus dos hijas serían tenistas. Apenas Venus y Serena comenzaron con sus primeros pasos, su padre arrancó también con el plan para convertirlas en campeonas.
Como un Luisito Rey del tenis, Richard Williams controló cada detalle de las carreras de sus hijas, hasta que logró convertirlas en dos leyendas del tenis. Claro que en el camino aparecen zonas oscuras: cuando las niñas empezaron a deslumbrar con las raquetas circulaba el rumor de que el padre arreglaba los partidos entre ellas de acuerdo a la necesidad del momento.
La historia del tenis está repleta de padres abusivos. Stefano Capriati puso a su hija Jennifer, futura número uno del mundo, a hacer abdominales desde bebé. A la australiana Jelena Dokic su padre Damir le prohibía dormir en el hotel si perdía un partido. Melanie Molitor fue la madre, entrenadora y preparadora física de Martina Hingis. Y hay más. El de los padres controladores es un fenómeno que se amplifica entre los tenistas.
¿Juega el Australia open?
Novak Djokovic debe esperar hasta mañana para que se resuelva su situación judicial y saber si finalmente lo dejarán competir en el Abierto de Australia por haber tenido coronavirus en diciembre último o le negarán la exención médica y será deportado del país oceánico.
Los abogados del tenista plantearon ayer que Djokovic pidió la exención médica para disputar el Abierto de Australia sin estar vacunado debido a que contrajo covid-19 recientemente. “La fecha del primer test covid PCR positivo fue el 16 de diciembre de 2021”, informaron sus representantes en el documento presentado al tribunal federal como estrategia de defensa para anular la revocatoria de su visa de ingreso al país.
En el escrito presentado ayer los abogados solicitaron además que el serbio sea trasladado del Park Hotel de Melbourne, donde permanece retenido desde el jueves, a otro lugar con instalaciones para entrenarse de cara al Aus Open que comenzará el próximo 17 de enero.