Y SI RUSIA PIERDE LA GUERRA?

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    Rusia está constituida por 85 sujetos federales: 9 krais (provincias), 46 oblasts (entidad subnacional), 3 ciudades federales, 1 óblast autónomo, 4 okrugs autónomos y 22 repúblicas. Todos estos sujetos federales están incluidos en 8 distritos federales.

    En cuanto a las repúblicas, eran entidades nacionales previas a ser absorbidas por el Imperio Ruso a lo largo de los siglos. La Federación Rusa sustituyó a la Unión Soviética, la que a su vez reemplazó al Imperio Zarista. Son así entidades nacionales que han mantenido una relativa autonomía en el marco de Rusia. Estas repúblicas tienen su propia constitución, bandera, lengua oficial y religión predominante, pero tienen una soberanía política limitada.

    Las 22 repúblicas tienen una población total de 26.343.950 habitantes, que representan el 18,11% de la población total de Rusia. El fracasado intento secesionista de la República de Chechenia, que llevó a dos guerras de varios años entre ésta y la Federación, mostró la importancia geopolítica de estas entidades. La perseverancia de Putin en esta guerra interna se dio por la percepción de que la secesión de una de las repúblicas podría encadenar otras, poniendo en riesgo la unidad no ya de la URSS, desarticulada en 1991 con la independencia de las 14 repúblicas soviéticas, sino con la irrupción de un proceso análogo dentro del propio territorio ruso.

    La complejidad del entramado se pone en evidencia en la diversidad religiosa existente entre las repúblicas. Ocho son definidamente cristianas en el rito ortodoxo ruso: las de Carelia (622.484 habitantes, de ahora en más se mencionará sólo el número), Xiomi (840.873), Mari-El (682.333), Mordovia (805.056), Osetia del Norte-Alania (701.765), Udmurtia (1.513.044), Jakasia (537.513) y Chuvasia (1.231.117). A ellas se pueden sumar las que tienen al cristianismo y otras religiones tradicionales: las de Altái (218.063) y Sajá (964.330). Las de religión cristiana con minoría musulmana son Adigueya (453.376) y Crimea (1.913.731), y de confesión cristiana y budista es la de Buriatia (984.511). Pero la religión musulmana y la budista predominan en otras nueve repúblicas. Las de religión mayoritariamente musulmana son las de Daguestán (3.063.885), Inguestia (488.043), Karacháyevo-Cherkesia (466.305), Tartaristán (3.894.284) y Chechenia (1.436.981). Las de religión musulmana con minoría cristiana son la de Baskortostán (4.063.293) y Kabardia-Balkaria (865.828). Mientras que las dos predominantemente budistas son Kalmukia (275.413) y Tuvá (321.722).

    A su vez, las 22 repúblicas pertenecen a seis de los ocho distritos federales, una división política mayor. Al Cáucaso del Norte (172.360 kilómetros cuadrados) pertenecen seis, al distrito de Lejano Oriente (6.215.900) dos, al de Noroeste (1.677.900) otra dos. El distrito federal de Siberia (5.114.800) incluye tres, la misma cantidad que contiene el distrito Sur (416.840). Al distrito del Volga (1.038.000) pertenecen las últimas seis repúblicas, mientras que los dos restantes (Ural y Central) no contienen repúblicas.

    La complejidad de la estructura político-institucional rusa abre la posibilidad de generar una crisis del estado nacional de la Federación, en caso de una derrota frente a Ucrania y la OTAN. A los distritos federales a los que pertenecen las repúblicas, se suman los oblast autónomos, krais, okrugs autónomos y ciudades federales, que complejizan aún más la estructura político-institucional de la Federación Rusa.

    La guerra de Chechenia mostró el impacto político y militar que generó el intento de secesión de una república con 1.436.981 habitantes, qué es sólo el 1% de la población de la Federación. Si surgieran movimientos autónomos y secesionistas en este complejo sistema político-institucional, gestado por la expansión gradual del Imperio Zarista a lo largo de los siglos, las consecuencias pueden ser imprevisibles.

    Quizás sea este el escenario al cual Putin considera el “riesgo para la existencia del estado ruso”. En caso de un triunfo de la OTAN, la idea de desmilitarizar a Rusia existe en los gabinetes de planificación.

    El punto es que hoy una situación de anarquía en Rusia, con más de 6.000 armas nucleares, plantea serios interrogantes para la paz mundial. Mientras tanto, Putin podrá ganar o perder la guerra, pero hay que prever que siempre redoblará la apuesta.

    *Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.

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