Jair Bolsonaro empezó el año en brazos de Washington y lo termina muy cerca de Xi Jinping. Ganó el pragmatismo en la relación Brasilia-Beijing. ¿Trump sale a castigar a Bolsonaro por estar acercándose demasiado a su máximo contrincante comercial? Esta es una posible explicación del arancel al acero y el aluminio que el estadounidense anunció este lunes tanto para nuestro país vecino como para Argentina (¿que la pagó de coletazo?).
el presidente estadounidense Donald Trump parece haber despertado enojado con Argentina y Brasil. Estos países, tuiteó, "han estado presidiendo una devaluación masiva de sus monedas, lo cual no es bueno para nuestros agricultores. Por lo tanto, con vigencia inmediata, restableceré las Tarifas de todo el Acero y Aluminio que se envíe a USA desde esos países", dispuso. ¿Qué hay detrás de esta medida repentina, que sorprendió a todos?
"¿What? Trump dice que la devaluación de Argentina y Brasil perjudican a los farmers americanos (dudoso en un commodity) y Trump los perjudica más todavía subiéndoles los aranceles de importación a insumos que usa el agro americano? Disparate total", tuiteó el economista y excandidato presidencial, José Luis Espert.
Desde el Wall Street Journal, arrojaron que la iniciativa tiene que ver con la posibilidad de un acuerdo próximo de USA con China que pondría fin a la guerra comercial. Esto requiere eliminar algunos aranceles impuestos sobre Beijing. Trump estaría intentando moderar el impacto en su balanza comercial aplicando nuevas tarifas sobre Argentina y Brasil.
Pero hay otra explicación posible: Trump podría estar castigando a su homólogo brasileño por su reciente acercamiento con China. Jair Bolsonaro había mantenido hasta hace poco una postura distante y crítica respecto de Beijing. Eso cambió en las últimas semanas.
"La realidad es un hueso duro de roer para las mentes dogmáticas. Tan duro que al presidente Jair Bolsonaro le llevó un año entero comprender que no le conviene entablar una disputa con China, su principal socio comercial", escribió Raúl Zibechi en Sputnik News. "Un año atrás, durante la campaña electoral, Bolsonaro dijo que China pretendía comprar su país y que se comportaba como un predador que quiere dominar sectores cruciales de la economía de Brasil. Días atrás, en el marco de la cumbre del grupo BRICS realizada en Brasilia, se produjo un completo viraje en su relación con el dragón: 'Vamos a tratar cada vez más con mayor respeto y cariño los gestos del Gobierno chino'."
Durante la cumbre, Brasil y China firmaron acuerdos en áreas como política, economía, comercio, agricultura, inspección sanitaria, transporte, salud y cultura. Esto fue coronado con el anuncio de su ministro de Economía, Paulo Guedes, sobre conversaciones para crear un "área de libre comercio" con China.
"Atrás parecen haber quedado las duras críticas a China y el apoyo incondicional a los Estados Unidos de Donald Trump, principal aliado de Jair Bolsonaro. En una demostración de claro pragmatismo, el presidente brasileño aprovechó la cumbre en Brasilia del grupo de los Brics -que Brasil integra junto con Rusia, la India, China y Sudáfrica- para acercarse a su par chino, Xi Jinping, con promesas de una relación económica más profunda con el país que es su principal socio comercial", escribió Alberto Armendáriz del diario La Nación.
En todo caso, siguiendo la línea de esta teoría, Trump puede manifestar su recelo con aranceles o de cualquier otra manera, pero no podrá reprocharle el approach pragmático a su contraparte brasileño. El propio Trump dijo recientemente que haría negocios hasta con dictadores si eso beneficiase a Estados Unidos.
"China es el mayor destino de las exportaciones brasileñas. El año pasado, la balanza comercial bilateral alcanzó el récord de 99.000 millones de dólares, con un superávit para Brasil de 29.000 millones; las compras chinas están concentradas en materias primas: soja (43%), petróleo (22%) y mineral de hierro (17%)", explica La Nación.
El viraje de Bolsonaro había tenido sus primeras evidencias en octubre, cuando el mandatario brasileño visitó Beijing. Tras su visita, apunta Snputnik News, las petroleras chinas CNOOC y CNODC fuerno las únicas que participaron en la subasta de sus 4 bloques petroleros a 800 kilómetros de la costa debajo de una capa de sal, por lo que recibe el nombre presal. Zibechi señala que el Gobierno brasileño necesita ingresar fondos frescos para enfrentar sus problemas y esta sería la explicación detrás de la nueva postura en la relación bilateral con el gigante asiático.