La inacción del monarca generó críticas, sobre todo en España. El fundador de Podemos, Pablo Iglesias, consideró el gesto como una “falta de respeto a un símbolo de la libertad de América Latina"
La posesión de Gustavo Petro, el domingo 8 de agosto, dio de qué hablar a todos los sectores de la sociedad colombiana: María José Pizarro -hija del líder del M-19 asesinado Carlos Pizarro- poniendo la banda presidencial al mandatario, los mensajes políticos en las prendas de los asistentes al acto, el despliegue cultural que se dio en todo el país y muchos más fueron los aspectos que resaltaron durante el magno evento.
Pero definitivamente uno de los momentos que marcó esta juramentación fue la presencia del rey de España, Felipe VI, y su reacción ante el traslado de la espada de Simón Bolívar al proscenio.
La mayoría de mandatarios y representantes de países de Latinoamérica y el mundo se levantaron y aplaudieron ante la llegada del símbolo patrio colombiano a la plaza Bolívar. Ese no fue el caso del monarca español, quien permaneció sentado.
Esa inacción suscitó críticas, principalmente en España. Por ejemplo, el fundador del partido político Podemos, Pablo Iglesias, señaló el gesto como una “falta de respeto a un símbolo de la libertad de América Latina».