El consejo de McDonalds despidió a su primer ejecutivo, Steve Easterbrook, en 2019 por mantener una relación inapropiada con una empleada. Pero no era la única. El directivo británico de 55 años ocultó que había tenido relaciones sexuales con más trabajadoras de la empresa para mantener su alta indemnización. Mintió cuando le preguntaron expresamente por ello y le ha salido caro. Tuvo que devolver primero su multimillonaria indemnización y ahora tendrá que pagar una multa a la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) por sus mentiras.
McDonald’s despidió a Easterbrook por falta de juicio y por mantener una relación personal inapropiada con una empleada de McDonald’s, lo que infringía la política de la empresa. Sin embargo, McDonald’s y Easterbrook firmaron un acuerdo en el que se concluía que su despido se había producido sin causa, lo que le permitió conservar una importante retribución en acciones que, de otro modo, habría perdido. “Al llegar a esta conclusión, McDonald’s ejerció una discrecionalidad que no se comunicó a los inversores”, indica la SEC.
En su resolución se recoge el momento en que el antiguo jefe de la compañía de comida rápida mintió en la investigación interna que se llevó a cabo en octubre de 2019: “Cuando se le preguntó si alguna vez había mantenido una relación sexual física o no física con algún otro empleado de McDonald’s, Easterbrook dijo que no. En julio de 2020, McDonald’s se enteró de que Easterbrook había mantenido de hecho otras relaciones con empleados de McDonald’s, infringiendo las normas de conducta empresarial de la empresa”, señala el escrito.
Ese hallazgo, producido a raíz de una denuncia anónima y de una segunda investigación interna, llevó a que la compañía demandase a Easterbrook ante el Tribunal de Equidad de Delaware para recuperar la indemnización que recibió como parte del acuerdo de despido. La demanda alegaba incumplimiento del deber fiduciario y fraude en el curso de la investigación interna.
El 16 de diciembre de 2021, McDonald’s anunció que había llegado a un acuerdo con el directivo despedido por el que retiraba su demanda a cambio de que Easterbrook devolviera a McDonald’s su indemnización en efectivo, la bonificación prorrateada, ciertos ingresos obtenidos de la venta de valores que resultaron de su ejercicio de opciones y honorarios de abogados incurridos por la empresa, más la renuncia a más acciones y opciones a ejecutar en adelante. El acuerdo se cifró en unos 105 millones de dólares, aunque la SEC sitúa ahora en unos 44 millones la indemnización que ya se había hecho efectiva.
La SEC considera que tanto la compañía como el directivo incumplieron la ley con la gestión del despido y confundieron a los inversores. El organismo da a entender que desde el principio el despido del directivo británico debió ser considerado procedente y, por tanto, sin la multimillonaria indemnización, sobre todo en acciones y opciones, que recibió.
Sin admitir ni negar las conclusiones del supervisor, Easterbrook ha aceptado una orden de cese y desistimiento, que le impone una inhabilitación de cinco años como ejecutivo y directivo y una multa de 400.000 dólares. El supervisor también considera que McDonald’s incumplió la regulación, pero le exonera de multa por la cooperación prestada en la investigación del caso y porque ha recuperado la indemnización pagada a Easterbrook. Dos comisarios del organismo, además, han emitido un voto particular en el que discrepan de que la empresa haya vulnerado la normativa.
“Cuando los directivos de una empresa corrompen los procesos internos para gestionar su reputación personal o llenarse los bolsillos, incumplen sus deberes fundamentales para con los accionistas, que tienen derecho a la transparencia y a un trato justo por parte de los ejecutivos”, ha declarado Gurbir S. Grewal, director de la División de Cumplimiento de la SEC en un comunicado. “Al ocultar supuestamente el alcance de su mala conducta durante la investigación interna de la empresa, Easterbrook rompió esa confianza con -y en última instancia engañó a- los accionistas”, ha añadido.
“Los emisores públicos, como McDonald’s, están obligados a revelar y explicar todos los elementos materiales de la remuneración de su consejero delegado, incluidos los factores relativos a cualquier acuerdo de cese”, ha indicado por su parte Mark Cave, director adjunto de la División de Cumplimiento. “La orden de hoy concluye que McDonald’s no reveló que la empresa ejerció su discreción al tratar el despido de Easterbrook com