Europa en llamas. Las altas temperaturas están estableciendo un récord en muchos países. Basta pensar en los 40 grados en el Reino Unido. ¿La razón? El sobrecalentamiento que, informa una investigación de Nature Communications, en el Viejo Continente se produce a un ritmo más rápido que en casi todas las demás zonas del mundo. La prueba es la reciente serie de veranos consecutivos excepcionalmente calurosos y secos. Y en el futuro será cada vez peor.
Además del calentamiento global, sin embargo, hay otros factores que afectan. Estos incluyen la circulación atmosférica a gran escala y los estados de corriente en chorro. Estos últimos no son más que "ríos de aire" de hasta 120 kilómetros de ancho que se mueven a gran velocidad en la atmósfera a una altitud de entre 6 y 8 kilómetros. Y de nuevo: la disminución de la humedad del suelo, la circulación oceánica y las temperaturas de la superficie del mar.
"Los investigadores encontraron que muchas olas de calor europeas ocurrieron cuando la corriente en chorro se partió temporalmente en dos, dejando un área de vientos débiles y aire de alta presión entre las dos ramas que favorece la acumulación de calor extremo". Todo esto permite que el anticiclón africano, con su masa de aire hirviendo, se dirija especialmente a Europa. Pero eso no es todo, porque el sobrecalentamiento del Ártico también juega un papel igualmente crucial. "A medida que el Ártico se calienta más rápidamente, el diferencial de temperatura entre el Ártico y el Ecuador disminuye. Esto conduce a una disminución de los vientos de verano, lo que tiene el efecto de hacer que los sistemas meteorológicos permanezcan más tiempo".