La "guerra" de Río de Janeiro, entre la Policía y los integrantes de la banda criminal y narcotraficante del "Comando Vermelho" (CV-Comando Rojo) sigue siendo motivo de los más diversos análisis. Desde la "batalla" política entre el presidente Lula da Silva y el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, hasta el verdadero poder de los narcos en la vida diaria de la ciudad carioca.
Entre tantas esas situaciones que se analizan, hay una que se destaca. La presencia de una mujer combatiente, apodada "la musa del crimen" o "Japinha". Tenía un papel clave en dos aspectos de la organización del Comando Vermelho. La mujer, de una edad desconocida hasta el momento, pero muy joven, terminó muerta en la "guerra" de Río. Pero su figura muestra hasta donde llega la capacidad de captación del narcotráfico.
No se sabe con precisión su edad y tampoco su nombre. Además de los apodos mencionados, los integrantes del Comando Vermelho se referían a ella como Penélope. Era joven, muy bonita y con el pelo enrulado. Aparecía en videos bailando, en su casa. O en fotos bailando. Pero Penélope tenían una faceta desconocida, al menos, fuera del crimen organizado. Actuaba como "Japinha", término coloquial en portugués para definir a las japonesas, porque tenía rasgos orientales.
Aunque por su capacidad militar, era llamada, también, la "musa del crimen". Era muy activa con la ropa militar o de combate, con su fusil automático, actuando cada vez que era necesario. Tenía dos funciones muy importantes. Justamente, por una de ellas, perdió la vida.
La "musa del crimen" se ocupaba de custodiar sitios estratégicos para la venta o provisión de droga en lugares importantes de Río de Janeiro. Pero, además, tal vez la función más importante, era ser vigía y soporte de la huida de los narcos por los bosques que rodean a Penha y Alemao. Por tener esa misión, en esta "guerra" pagó con su vida.
Ella alternaba esa dura tarea, de defender a los tiros el poder y la preeminencia en las barriadas por parte del CV, con poses sensuales por las redes sociales. Tal vez, para "esconder" su responsabilidad dentro de esa organización.
Era un soldado de primera línea del Comando Vermelho (CV), que tuvo como última misión proteger a sus compañeros del CV cuando intentaron huir por los matorrales o bosques cercanos a las organizaciones. La policía militar informó que era una activa combatiente disparando con su fusil automático para cubrir sus compañeros.
Murió luego de ser alcanzada por un disparo de rifle en la cara durante un intenso enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en los complejos Alemao y Penha, en la zona norte de Río de Janeiro, el martes (28 de octubre). Esa fue su perdición. La estrategia planeada durante meses por la Policía los llevó al lugar en donde estaba el Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), una fuerza militarizada de élite.
Según los informes preliminares, fue abatida tras una dura resistencia. Incluso su cuerpo quedo tendido sobre el piso de una de las calles de la barriada de Penha. En uno de esos registros, se ve a la Policía llevando a una columna de detenidos, que al caminar hacia las unidades de traslado, pasan por delante del cuerpo - con su cara desfigurada- de la "musa del crimen".