Un conocido exconcejal, locutor y también pastor evangelico fue denunciado por su nieta, una joven estudiante de nivel terciario que lo acusa de haber abusado de manera horrenda de ella desde que tenía 7 años de edad. El otro caso que conmueve a Tartagal fue denunciado por la madre de un menor que concurre a la escuela de educación técnica OEA quien responsabilizó del abuso sexual en perjuicio del adolescente a un conocido docente de extensa trayectoria en escuelas de Tartagal quien se encuentra detenido hace dos semanas.
El relato de la estudiante de 21 años es conmovedor y de una gran valentía ya que después de 15 años se animó a contar en sede judicial el verdadero tormento que padeció apenas cumplidos los 7 años, a manos de su abuelo, con quien sus padres la dejaban cuando ambos salían a trabajar, confiados ingenuamente en que nadie la cuidaría mejor.
La jovencita recordó que todo comenzó "cuando mi abuelo se quedaba conmigo y con mi hermana mayor en su casa porque mis papás salían a trabajar y no tenían con quién dejarnos. Primero me sentaba con él a ver tele y un día me dijo que si quería jugar a hacer caballito. Me hacía jugar así toda la tarde y con el paso del tiempo comenzó a tocarme en todo el cuerpo y a darme besos en la boca porque me decía que así se querían las nietas con los abuelos", refirió al recordar su inocencia, aprovechada por el pervetido para dar rienda suelta a sus bajos instintos.
Los abusos del sujeto continuaron a través del tiempo y así la nena vivió varios años con la angustia y la culpa ya que el abuelo le decía que era normal que los abuelos quisieran así a sus nietas pero a la vez le insistía en que no tenía que contarle nada a los padres porque se iban a enojar con ella, la iban a correr de la casa y otras amenazas. Cuando la niña cumplió los 10 años los abusos recrudecieron ya que comenzó a practicarle sexo oral y a obligarla a ella a esa aberrante práctica.
Los abusos continuaron hasta que cumplió los 12 años "y allí yo me negaba a quedarme con mi abuelo así que como era más grande, mis padres decidieron que podía quedarme en mi casa con mi hermana. Al llegar a la secundaria le conté a mi primer novio todo lo que me había pasado, pero no me animaba a darle el nombre de la persona que por tantos años había abusado de mí, siempre con el miedo de que se cumpliera lo que él me decía: que mis padres se iban a enojar, que por mi culpa la familia se iba a romper y que mis padres no me iban a querer más".
La joven relató en la denuncia: "Tiempo después, cuando salí de la secundaria, mi hermana quedó embarazada. Yo tenía mucho miedo, mucha culpa y mucha angustia y tenía mucho temor de que algo de lo que a mí me había sucedido le ocurriera al hijo o hija que mi hermana iba a tener. Eso me dio valor y le avisé a ella, para que cuide siempre de su bebé. Ella estaba muy sorprendida, no lo podía creer y le avisó a mis padres. Cuando hablé con ellos no tuve el valor de contarles todo lo que mi abuelo me hacía. Mi papá le avisó a un hermano de él y fueron a encararlo a mi abuelo. Pero él se negó y por el contrario dijo que era yo quien de chiquita me le insinuaba".
La chica refirió que a diferencia de su padre y de uno de sus hermanos "mi abuela y una tía mía -hija del sujeto busador- dijeron que era todo mentira, que a mí me gustaba inventar cosas. Nadie sabe la niñez y la adolescencia que yo pasé y si ahora me animo a contar todo lo que mi abuelo me hizo padecer es porque me siento fuerte, ya no me siento culpable porque sé que la víctima fui yo. Cuando tenía 10 años tomé veneno para ratas porque ya no quería vivir más y mis padres me salvaron la vida de milagro; siempre me autolesionaba y hasta quise quitarme la vida arrojándome del puente y nadie sabía por qué yo era una persona tan inestable. Pero entendí que soy más que una nena abusada por tantos años y que mi experiencia, que no se la deseo a nadie, tiene que servir para salvar a muchos niños y niñas de gente como mi abuelo que parecen tan buenos, tan comprensivos y cariñosos, pero que son los que hacen padecer horrores a los niños", cerró la valiente mujer su extensa denuncia en la Justicia.
¿Detención por sospecha?
El Tribuno se comunicó con Normando Villagra, director de la escuela de educación técnica OEA de Tartagal donde supuestamente se habría producido el abuso de un adolescente de 13 años por parte de un conocido docente, pero el directivo se excusó de brindar cualquier tipo de información al respecto. "Por orden de Supervisión no puedo hablar del tema", manifestó el directivo.
Por Radio Nacional Tartagal el mismo directivo se mostró muy molesto cuando fue consultado por el tema. "Si sabía que me iban a preguntar de esto yo no hablaba, a mí me dijeron que me llamaban por el aniversario de la escuela", expresó Villagra y luego mandó a los periodistas "a leer el expediente" (judicial). "¿Vos leíste el expediente?, ¿cómo podés hablar si no sabés nada de la causa?", respondió a la prensa.
Villagra se mostró más molesto aún cuando la periodista Claudia Slava le explicó que los padres de los alumnos que concurren a dicho establecimiento escolar "están preocupados, quieren saber sobre el tema" a lo que espetó: "¿Qué preocupación tienen los padres?, ustedes dicen eso. Acá no hay hermetismo porque hacemos reuniones con los 1.200 alumnos y si usted vendría por la escuela se informaría".
Cuando la comunicadora se refirió al tema que tiene a un docente detenido hace dos semanas por presunto abuso sexual, Villagra le preguntó: "¿Cómo sabés que es un hecho grave, has leído el expediente? El profesor ya está por salir en libertad porque se cayó la causa. Está detenido porque hay una sospecha y yo también puedo sospechar de ustedes".
A pesar del hermestismo que rodea las investigaciones, extraoficialmente se supo que los padres denunciantes no concurrieron al trámite judicial para que chico declare en cámara Gesell por lo que el docente acusado tendría argumentos a su favor y podría recuperar su libertad.
Fuente: Diario El Tribuno