El reconocido productor de moda habia sido juzgado y absuelto por abusar de cinco mujeres. Pero Impugnación lo declaró culpable y ahora el Tribunal de Juicio debe imponerle una pena. Asimismo, el Tribunal de alzada confirmó la condena a 7 años de prisión por otra víctima y elevó el monto de resarcimiento.
Los jueces de la Sala III del Tribunal de Impugnación, Eduardo Barrionuevo y Pablo Mariño, revocaron las absoluciones por la duda concedidas al productor de moda Pablo Rangeón por las acusaciones de cinco víctimas de violencia sexual y ordenaron que se emita un nuevo fallo. Asimismo, confirmaron la condena a 7 años de prisión efectiva por otro hecho de abuso sexual.
Impugnación hizo lugar a los recursos de casación interpuestos por el fiscal Pablo Rivero y por la querella que representó la abogada Sandra Domene y la actoría civil que estuvo a cargo del abogado Jorge Agüero. Asimismo, rechazaron el planteo de la defensa de Rangéon.
El tribunal de alzada confirmó la sentencia condenatoria por la violación cometida en perjuicio de C. F. R. y modificó el monto del resarcimiento civil que en primera instancia se había fijado en $1.500.000, cifra que fue elevada a $2.500.000, con intereses desde el día en que cometió el delito, y no desde la fecha de la denuncia como había dispuesto el Tribunal de Juicio.
Las juezas Gabriela Romero Nayar y Mónica Faber y el juez Pablo Farah, de la Sala V del Tribunal de Juicio, juzgaron en 2022 a Rangeón pero solo lo condenaron por una denuncia y lo absolvieron por aplicación del beneficio de la duda del resto de las acusaciones en relacion a otras cinco mujeres.
Ahora, los jueces de Impugnación consideraron que aquel fallo no aplicó perspectiva de género ni algunos criterios elementales de la legislación vigente ni de jurisprudencia, por ello revocaron las absoluciones a Rangeón por estos hechos de violencia sexual y también por estafa en el caso de una de las denunciantes. Y ordenaron que las juezas y el juez de juicio dicten un nuevo pronunciamiento pero sin debate, es decir que no habrá otro juicio.
"Estereotipos de género"
La abogada Sandra Domene dijo que en el juicio, para las juezas y el juez de la Sala V, "es como que las víctimas terminaron siendo las victimarias" mientras que el "victimario terminó siendo víctima para los jueces por cuanto sostuvieron que la primera denunciante, específicamente S. G., era la que se había confabulado y como un modo de buscar venganza realizó denuncias. Nunca advirtieron que este señor conocido, productor de modas, realmente era un abusador serial. Y lo llamativo es que las víctimas no se conocían (entre sí) y eso surge de las pericias informáticas que se hacen", recalcó.
S. G. fue la primera denunciante contra Rangeón. Publicó en su red social lo que había vivido, y luego "todas las otras víctimas comienzan a publicar en esa primera publicación, diciendo que ellas habían vivenciado lo mismo", recordó la abogada.
El juez de Impugnación Eduardo Barrionuevo dijo que "pareciera que de prosperar la sesgada crítica al hecho de que las víctimas se hayan brindado apoyo mutuo y coincidido en los profesionales que las contengan implicará que sólo debe ser protegida la víctima que pelea sola, que no busca ayuda, que no recurre a otras que desde el mismo dolor pueden recorrer el mismo camino de justicia". "Este sesgo se da de bruces con los mandatos del legislador, que en determinados casos, obliga a unificar la representación de los querellantes y actores civiles. Es inadmisible que frente a derechos individuales homogéneos, donde el legislador ve una litis consorcio necesaria, los operadores jurídicos lean conspiraciones al estilo de las brujas de Salem. Las víctimas que se apoyan no merecen tal destrato", afirmó.
Domene volvió a señalar que S. G. fue revictimizada en el juicio, incluso por una psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) que "bochornosamente descalificó, prejuzgó y juzgó".
Por otro lado, la querellante recordó que la psicóloga Analia Boscato que había asistido a S. G. en su tratamiento declaró en el juicio que S. G. "no fabulaba, tenía una extrema situación de vulneración, nunca nadie la protegió ni la contuvo".
Además, recuperando lo manifestado por Boscato, Domene dijo que el productor de moda "cosificaba" a S. G., que todas las otras víctimas "se encontraron en una situación de extrema vulnerabilidad y que es eso lo que las unió, que ninguna por sí sola iba a poder denunciar o llevar a cabo de manera unilateral un proceso contra alguien que ostentaba un poder y lo hacía de manera pública".
Dos de las denunciantes eran alumnas de la escuela de modelos de Rangeón. En ese lugar, el empresario "aprovechaba para consumar los ilícitos a la adolescente de 15 años. Un hombre que le llevaba más de 20, la invitaba y le decía te amo y se lo publicaba en la red social. Todo eso no lo advirtió la Sala V. No advirtió que le decía 'cuándo vamos a salir a bailar' y dio el nombre del boliche'", reprochó la abogada.
"¿Cómo puede ser que la Sala V que escuchó de manera directa a los testigos no lo advirtió y sí lo hizo en una segunda instancia alguien que tuvo que leer actas y ver un video? ¿Qué es lo que pasaba? ¿No quisieron ver? ¿No quisieron comprometerse? ¿O realmente hubo un prejuzgamiento? Los estereotipos estuvieron a la orden del día en el fallo de primera instancia", cuestionó Domene.
En su voto el juez Mariño subrayó "la falta de perspectiva de género" que se advierte en las absoluciones que concedió la Sala V a Rangeón. Detectó "la aplicación de los estereotipos prohibidos por la epistemología del género; así el de 'mujer irracional', 'mujer mentirosa' y 'mujer vengativa'".
Mariño dijo que no debe desconocerse que la perspectiva de género desempeña un rol heurísitco, que "facilita la apreciación de la prueba sin prejuicios de género, permitiendo así que la evaluación del hecho penalmente investigado se adecue al contexto y a las circunstancias particulares de cada sujeto interviniente, como víctima o victimario". Además, sostuvo que deben evitarse generalizaciones infundadas, basadas en estereotipos de género, "que es un modo de discriminación que viciará la legitimidad de la fundamentación".
El juez de Impugnación citó doctrina y señaló que el estereotipo de la “buena esposa” o “buena mujer”, "descontextualiza el rol de pareja y compañera con expectativas que desconsideran su victimización por el agresor en el ámbito intrafamiliar". "Pero también deben evitarse aquellos estereotipos que pretenden explicar discriminatoriamente las conductas que asumen las mujeres que sufren violencia, tal como 'mujer irracional' (que retira la denuncia), 'mujer instrumental' (que denuncia para quedarse con el departamento/piso), 'mujer mentirosa' (en alusión a denuncias falsas), 'mujer punitiva' (que provoca a la pareja para que se le acerque) y 'la mujer vengativa' (que quiere castigar más al hombre)", sostuvo.
Mariño también dijo que el ciclo de violencia "permite valorar los comportamientos paradojales de la víctima de violencia según el ciclo que transite".
Ahora la misma Sala V la deberá dictar un nuevo pronunciamiento. Domene había denunciado a las juezas y al juez del Tribunal de Juicio "por prevaricato y por incumplimiento de los deberes del funcionario público". Recordó que Salta/12 en la cobertura del juicio, registró en fotos el momento en que el juez Farah se dormía.
"Salta está a la cabeza de abusos y femicidios. Evidentemente, los jueces van a tener que entender que juzgar con perspectiva de género no es una opción sino una obligación", manifestó la abogada.
Las salpicaduras al poder político
El juicio a Rangeón sacudió la esfera política cuando fueron nombrados algunos políticos del Poder Ejecutivo y del Legislativo tanto por él como por las víctimas. "Uno de los testigos dijo 'yo no entiendo cómo este hombre con la cara que tiene, descalificándolo, cómo estaba rodeado de todas mujeres bonitas, entonces esa ostentación que tenía de fama, de dinero de contacto, de poder político que también a viva voz lo hizo durante la audiencia de debate y dijo que él había realizado la campaña a Sáenz", recordó Domene.
Además, la abogada resaltó que Rangeón dijo "que le pedían prostitutas los legisladores". "En eso sí quiero recalcar, cuando uno pide prostituta no va a la farmacia a pedirla, no va y se la pide al del kiosco, va y se la pide a quien sabe que puede llevar prostitutas. Yo creo que a ningún hombre de buen proceder le piden prostitutas", opinó.
Por: Claudia Ferreyra