Contagiarse de coronavirus en un bar o restaurante se vuelve más complicado si seguimos ciertas pautas de seguridad
El cansancio que arrastramos tras más de un año de pandemia nos lleva a bajar la guardia: es importante evitar esta tendencia
Los clientes no deben cambiar la orientación de sillas y mesas a su antojo
Hace ya más de un año del comienzo del estado de alerta en nuestro país y, tras tantos meses de restricciones, dificultades económicas y sanitarias... nuestro ánimo y nuestra salud mental se resienten cada vez más. Tal vez por este motivo a veces tendemos a bajar la guardia y a dejar de lado la importancia de seguir a rajatabla todas las medidas recomendadas de cara al control de contagios. Sin duda los espacios en los que resulta más habitual ver actividades y usos poco recomendables para el control del Covid-19 son bares y restaurantes. Las ganas de reunirnos, las copas de más, los encuentros casuales con conocidos y amigos... pueden acabar en más de un susto si no tenemos el cuidado necesario. ¿Cómo puedes contagiarte de coronavirus en un bar? ¿Qué debes hacer para evitarlo?
Cómo me puedo contagiar de coronavirus en un bar o restaurante: evita la enfermedad con estas medidas
Aunque no siempre podremos elegir, es mucho más recomendable sentarnos en espacios abiertos que en espacios cerrados. Por eso es conveniente elegir terraza siempre que sea posible. De hecho, algunas de las medidas impuestas pasan por evitar el aforo en interior o reducirlo en gran medida, además de garantizar cierta ventilación mínima.
Si las terrazas son el mejor lugar para ir de bares o a un restaurante con el mínimo riesgo posible, también es importante reservar con antelación para que los negocios puedan organizarse con tiempo y preparar las mesas con antelación y sin prisas. Además los expertos aconsejan que nos aseguremos de que los vasos, platos, cubiertos y otros utensilios se coloquen en nuestra presencia, ya que los contagios pueden producirse por esta vía.
Del mismo modo, compartir vasos, platos (raciones en común) debe evitarse en todo caso, especialmente cuando quedemos con personas con las que no convivamos. Una opción es compartir la comida sirviéndola en platos individuales, siempre con cubiertos que no hayan sido utilizados por ningún comensal. Las autoridades también recuerdan que, mientras no estemos bebiendo o comiendo, debemos usar la mascarilla para minimizar el riesgo. A la hora de pagar, los métodos si contacto físico son los más convenientes.
Ni qué decir tiene que la higiene de las manos es básica: hay que usar gel cada vez que entremos o salgamos del bar o restaurante, y repetir cada cierto tiempo, lavándonos las manos con frecuencia. También se recomienda evitar en la medida de lo posible el contacto con superficies y objetos innecesarios.
Se recuerda que, para que todo vaya bien, "los propietarios de los establecimientos deben tomar una serie de medidas de seguridad que protejan a sus empleados y a los clientes". Pero esto no quiere decir que se tengan que convertir en nuestros vigilantes: "los usuarios debemos ser responsables y comportarnos correctamente respetando las normas de seguridad frente al Covid-19, que todos estamos obligados a conocer".
En este sentido, se recuerda la necesidad de mantener la distancia interpersonal mínima: el bar o restaurante debe garantizar que las sillas y mesas estén dispuestas de manera que se garantice esta distancia de seguridad. Del lado de los clientes, éstos "no pueden cambiar la orientación de las mesas y sillas a su antojo: deben pedírselo a los empleados del establecimiento, que son quienes deben hacerlo".
Del mismo modo, el personal debe llevar mascarilla, sobre todo cuando no se puedan respetar los dos metros de distancia, algo imposible al servir o tomar las comandas. Evitar las cartas físicas también puede ayudarnos a evitar contagios, así como las barras, donde cualquiera puede apoyarse, lo que aumenta la probabilidad de contagio. Si acudes a ella, extrema el cuidado y repite la aplicación de gel a menudo. En general, evita el contacto con superficies y objetos innecesarios y, en el cuarto de baño, cuanto más accesible sea sin tocar nada, mejor.