Emmanuel Macron, presidente de Francia, renunciaría a la pensión vitalicia que le corresponde cobrar cuando deje su puesto y tampoco formará parte del Consejo Constitucional al final de su mandato, algo que puede hacer cuando sea ex presidente y donde cobraría también una abultada suma de dinero.
La agencia de noticias Europa Press citó declaraciones de un asesor presidencial al diario «Le Parisien», donde explicaba que Macron «no recibirá esta jubilación prevista por ley al final de su mandato porque considera que esta ley está destinada a normalizarse. Por lo tanto, no la aplicará. Tampoco liquidará esta suma cuando se jubile. Estamos en una era en la que los funcionarios electos deben ser ejemplares».
Una ley francesa de 1955 determina que los ex presidentes del país acceden a un régimen específico de jubilación mediante el cual perciben 6.220 euros brutos por mes.
Asimismo, al renunciar a su banca en el Consejo Constitucional, Macron no percibirá los 13.500 euros mensuales que incluye ese puesto.
El diario El País de España resaltó el hecho de que esta novedad se da en un contexto en el cual el primer mandatario francés es presionado por las protestas ciudadanas, que no están de acuerdo con la reforma previsional que impulsa el gobierno.
Jean-Luc Melénchon, dirigente opositor y líder de La Francia Insumisa, criticó la actitud de Macron porque considera que él tiene los recursos económicos para vivir sin tener que cobrar la pensión vitalicia, «pero la mayoría de las personas no los tienen».
En ese sentido, afirmó que «la jubilación no es un privilegio» y añadió que la decisión no lo impresiona. «Les pido a las personas que me escuchan que comprendan la parte de demagogia que existe en esta forma de hablar», manifestó Melénchon.