Empleo de mayor calificación, calidad y con mucho mejores salarios. Eso puede suponer la incorporación de inteligencia artificial (IA) a la economía argentina, una tecnología que tiene la capacidad de amplificar la capacidad de personas y organizaciones y disparar la productividad y el crecimiento.
Según un estudio realizado por la consultora DuckerFrontier para Microsoft Argentina, si los empleos se proyectan al actual ritmo de adopción de tecnología y su impacto en el mercado de trabajo hacia 2030, para ese año el 41 por ciento de los trabajos requerirán alta calificación, otro 41 por ciento media calificación y sólo el 17 por ciento baja. Sin embargo, si el país logra maximizar la adopción de IA en el universo de empresas y sector público, la cuota de empleos calificados podría llegar al 56 por ciento de los trabajadores (34 por ciento de media y 10 de baja).
Los datos fueron presentados en Capital Federal en el marco del Microsoft AI+ Tour, evento al que fue invitada La Voz.
La información, que fue subrayada como una gran oportunidad, buscó también combatir la idea de que la IA y el avance de la tecnología en general son una amenaza para el empleo. “La inteligencia artificial es parte del ciclo evolutivo de la historia. Es una gran oportunidad que implica acelerar la adquisición de habilidades digitales. Todos tenemos que reentrenarnos”, destacó Diego Bekerman, gerente general de Microsoft Argentina.
Tanto directivos de la compañía como de instituciones educativas y del tercer sector coincidieron en esa idea: más que “destrucción” de empleo, el proceso consiste en una transformación que, capitalizada, puede permitir dar un gran salto de calidad al mercado de trabajo.
Sostienen que lo que hará la diferencia entre uno y otro escenario es el trabajo mancomunado entre Estado, instituciones, empresas y tercer sector con un desafío estratégico: capacitar a los trabajadores futuros y reconvertir a los actuales en la adquisición de nuevas habilidades, para sortear las brechas económicas, culturales y de género, entre otras. Pensamiento computacional y capacidades socioemocionales son rasgos que constituyen la base de los nuevos perfiles.
Estatales y profesionales.
Según el estudio de DuckerFrontier, los servicios del Estado (59 por ciento), la industria extractiva y de energía (52) y los servicios profesionales (48) serán los sectores donde más crecerá la demanda de empleo calificado hacia 2030. Con el aprovechamiento en su máximo potencial de la IA, esos porcentajes podrían crecer al 73, 54 y 72 por ciento, en ese orden.
En manufactura, el salto podría ser del 26 al 49 por ciento; en comercio, del 26 al 31, y aun en sectores percibidos como de poco empleo de alta calificación, como la construcción, la demanda de esos perfiles podría llegar al 31 por ciento hacia 2030.
“Mayor productividad, mejores salarios y más inversión se traducirían en mayor crecimiento económico”, anticipa el estudio. Así, Argentina podría sumar 1,7 puntos al crecimiento medio esperado del PIB en los próximos 10 años.
Inteligencia artificial: Participación.
65%. Es lo que representa para Microsoft el negocio de “nube” en el país: los proyectos que involucran e incluyen componentes de inteligencia artificial. Hace cuatro años, representaban 12 por ciento.
“Aun en este contexto económico y cuando el mercado sufre, la inversión en proyectos de transformación digital con inteligencia artificial de parte de las empresas no cae. Al contrario, crece a más del 50 por ciento anual”, asegura Diego Bekerman, gerente de Microsoft en el país. Y asegura que el foco está puesto en medir el retorno de la inversión en tecnología, que incluye dos componentes igual de importantes: la adquisición de productos o servicios específicos y la disponibilidad de trabajadores con las habilidades digitales necesarias para acelerar el retorno de esa inversión.
Por:FLORENCIA RIPOLL