La venta de Telefónica a Telecom produjo un hecho impensado: logró que se alinearan dos opiniones que, están en las antípodas. Es que Javier Milei pidió que se investigue si no configura un monopolio y recibió el inesperado elogio de Victor Hugo Morales. El periodista kirchnerista, que mantiene una batalla histórica con Clarin, felicitó al Presidente: “Se animó a meterse con el grupo mafia. Tuvo el tupé de enfrentarse a ellos”, sentenció. Al menos por un momento, puso en práctica el proverbio árabe que dice “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”.
El lunes 24, a través de un comunicado, Telecom (conformada en un 40% por Cablevisión, 40% por el mexicano David Martínez y 20% cotizando en bolsa) informó que adquiría la filial argentina de Telefónica por US$ 1.245 millones, tras la decisión de esta última de ir reduciendo su exposición en la región. Sin embargo, desde el Gobierno instruyeron a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para que analice la legalidad de la operación, bajo el argumento de que una sola empresa controlará casi el 70% del mercado de la telefonía móvil. Es apenas el inicio de una batalla que será furiosa.
¿Estás nervioso?
Con su decisión de investigar la operación, Milei puso a la adquisición de Telefónica en el centro de la escena. Si bien gran parte de la oposición celebró que haya una intervención estatal sobre el tema, llamó la atención que sea el Presidente el que pida ir a fondo contra la venta, dejando de lado su doctrina libertaria. De hecho, el economista había llegado a decir en una charla que “los monopolios no sólo no son malos, sino que pueden llegar a ser maravillosos”. La política puede producir cambios de ideas.
El segundo dato que llamó la atención de la flamante batalla es que se reedita la guerra mediática del kirchnerismo. Reaparecieron las viejas banderas de “Clarín miente”, la imagen del entonces jefe de Gabinete Jorge Capitanich rompiendo el diario y la famosa frase de Néstor: “¿Qué te pasa Clarín, estás nervioso?”.
La relación de Milei con los medios que comanda Héctor Magnetto había tenido altibajos, pero nunca se cortó. A pesar de haber llamado “ensobrados” a algunos de sus periodistas, todavía había líneas de comunicación. En el Gobierno ahora monitorean si, a partir de este enfrentamiento que propusieron, la relación y el tratamiento de los temas cambia. El enemigo número 1 de Clarín no tiene dudas: “El papel y la web no están diciendo nada de la criptomoneda del presidente estafador”, aseguró en un editorial Victor Hugo Morales. Y continuó: “Te dicen: ‘Mirá qué lindo luce. Hoy no te matamos como venía sucediendo. Pero no te metas con nosotros’. La lucha con el ganador conocido de antemano se puso en marcha”.
Argumentos. A diferencia de sus detractores, que ven a Clarin como un pulpo que se quedó con todo en Argentina, el grupo sostiene que es un jugador menor. Compara la capitalización de Telecom y Telefónica (US$ 7.300 millones y US$ 1.000 millones respectivamente) con el valor de competidores que ya están en el país, como AMX (dueña de Claro), US$ 87.000 millones; o Starlink, de Elon Musk, US$ 350.000 millones.
El mensaje que bajan en el Grupo apunta, principalmente, a compararse con este último: Milei viene de reunirse con Musk en Estados Unidos, de elogiarlo y hacerle regalos. Incluso ha promocionado su empresa públicamente. Clarín intentará mostrarse como el protagonista más vulnerable de las telecomunicaciones, a pesar del peso específico en el mercado local.
“Con la adquisición de Telefónica Móviles de Argentina, Telecom continúa invirtiendo en fortalecer la conectividad y el desarrollo tecnológico del país con calidad de nivel institucional”, se titula el comunicado que dio la empresa tras la venta. No hubo más información e intentaron dar por cerrada la cuestión.
Mientras el Gobierno mantiene viva la discusión y tratará de que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) le ponga palos en la rueda a la venta, en Telecom y en Telefónica consideran que no hay vuelta atrás. Para ellos, tras el comunicado, el negocio sigue vigente y es cosa juzgada. El tiempo dirá quién tenía razón.
Fue una semanas de sorpresivas vueltas en el aire para Milei. Al nombramiento de ministros de la Corte por decreto y el cambio de postura para con Ucrania, el Presidente sumó una reconversión de su postura sobre los monopolios. “Les sugiero leer el artículo de Murray Newton Rothbard que se llama Monopolio y competencia. Un artículo que fue muy revelador para mí. Descubrí que los monopolios no son malos, salvo que sean armados por el Estado”, decía el mandatario en la conferencia en el BID. Apenas tres días después se concretaría la venta de Telefónica y cambiaría de opinión.