Por segunda vez en menos de una semana, un camión con patente brasileña que transportaba una carga de marihuana y cuyo destino, según los remitos, era la ciudad de Rosario fue interceptado por agentes de Gendarmería Nacional. El hecho ocurrió en la localidad misionera de Dos de Mayo, a mil kilómetros de su punto de llegada. La hoja de ruta del pesado vehículo indicaba que llevaba comida para peces pero en realidad eran 10 toneladas de marihuana prensada. El fin de semana pasado, otro vehículo de gran porte fue interceptado en la localidad entrerriana de Victoria cuando transportaba 1.047 kilos de la misma droga. Ahora la Justicia Federal investiga si ambos rodados pertenecen a la misma red narco que en diciembre pasado perdió un camión con casi 5 mil kilos de marihuana que fueron interceptados en Ituzaingó, Corrientes, y cuyo destino también era Rosario.
La caída de grandes cargamentos de marihuana en rutas argentinas sobre el último año denota la presencia en la triple frontera con Paraguay y Brasil de organizaciones con capacidad para acopiar y distribuir grandes volúmenes de marihuana o cocaína. Bandas que disponen de una logística aceitada para el transporte y que se valen de personas que "truchan" manifiestos internacionales de cargas, declaraciones de tránsito aduanero y precintos. Bandas que pueden triangular droga, armas, autos de alta gama y dinero a granel. Una presencia que quedó reflejada en una docena de causas que se tramitan en juzgados federales de Loma de Zamora, Campana, o de las provincias de Entre Ríos y Corrientes en los últimos tres años.
Esos expedientes en lo global muestran de que manera, pesos pesados del delito continental como lo son los grupos brasileños Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho (CV), son los dueños del mercado de la droga en Paraguay. El PCC controla el norte, sobre todo el departamento Amambay donde resaltan las ciudades de Pedro Juan Caballero y Capitán Bado; y el Comando Vermelho tiene fuerte presencia en el sur del vecino país y su frontera con Argentina.
En Misiones:
El jueves sobre el mediodía una patrulla de Gendarmería Nacional del Escuadrón 9 "Oberá" realizaba un operativo de rutina sobre la ruta provincial 11, en inmediaciones del paraje Las Campiñas y cerca de la localidad Dos de Mayo, en el departamento Cainguás, en el centro de Misiones. Cuando transitaban por esa ruta vieron un camión con semirremolque de gran porte con matrícula brasileña atascado en una salida de la ruta hacia un camino de tierra por el que se ingresa a una chacra.
Al revisar las cartas de porte los gendarmes constataron que el camión había ingresado pocas horas antes por el puente internacional "De la integración", que une la localidad correntina de Santo Tomé con la de Sao Borja, en Río Grande do Sul, en Brasil. Sin embargo, en vez de tomar rutas hacia el sur del país, más precisamente hacia Rosario como decían los documentos, se internó hacia el norte e ingresó a Misiones.
El camión ingresó al país con documentos en los que indicaba que transportaba alimentos para peces y la caja de carga contaba con precintos de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Ya había transitado alrededor de 260 kilómetros en territorio argentino. El chofer, Luis Carlos V., de 51 años y nacionalidad brasileña, le mostró a los uniformados su hoja de ruta y ahí se supo que debía dirigirse hacia Rosario.
Requisa:
El nerviosismo del conductor y el desvío de la ruta que le marcaba su itinerario original hicieron que los gendarmes realizaran consultas que por protocolo derivaron en que el camión fuera expuesto al olfato de un perro antinarcóticos de la fuerza. En cuestión de minutos Luis Carlos V. quedó detenido y el juez federal de Oberá, Marcos Gallanda Luzuriaga, dio luz verde para realizar no sólo la inspección del camión sino también allanar el depósito de la chacra, que estaba vacío y sin ocupantes. El operativo, que contó con la asistencia de personal de Afip-Aduana, comenzó el jueves a la tarde y finalizó 24 horas después. La droga estaba distribuida en 485 bultos y si bien el peso final no fue informado, se dijo que serían unas diez toneladas.
El chofer quedó a disposición del juez federal Luzuriaga y la fiscal federal Viviana Vallejos, quienes lo indagarán en las próximas horas. La investigación continuará ahora los pasos de manual para despejar las preguntas básicas: ¿Quién contrató el flete de la carga? ¿Cuándo lo hizo? ¿Cuál era el destino final?
Difícilmente se conocerá quien está en cada extremo de la cadena, ya que no hay una investigación previa, aunque en el origen no es difícil de intuir. Sólo será una confiscación de droga récord para la estadística. Otra duda es se la droga tenía como destino a Rosario o ese fue tan sólo un ardid para meter marihuana al país. Y también si Rosario era una escala en la ruta de esa marihuana al mercado chileno o su punto de arribo.
Es que Chile es un mercado codiciado para los narcos porque el precio de la droga puesta allí es muy superior a los mercados brasileños y argentinos. El valor del estupefaciente tiene que ver con su calidad y su índice de inflación responde a variables como la distancia que debe recorrer el transporte y los obstáculos que los narcos deben sortear para ingresar la mercancía a un mercado.
En Victoria:
El fin de semana pasado otro camión con matrícula brasileña fue detenido en jurisdicción de la ciudad entrerriana de Victoria en una investigación del juez federal porteño Ariel Lijo. Fuerzas del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, en conjunto con la policía entrerriana, detuvieron el paso de un camión que transportaba 1.047 kilos de marihuana prensada en 1.620 ladrillos prolijamente embalados.
Fuentes ligadas a la pesquisa indicaron que la droga tenía por destino Rosario y que el decomiso tenía por detrás una causa iniciada en 2019 a raíz de una investigación de la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
El miércoles 11 de diciembre pasado, en tanto, sobre la ruta nacional 12 y a 25 kilómetros de la localidad correntina de Ituzaingó, un camión que debía transportar viviendas prefabricadas fue interceptado por Gendarmería Nacional. Entonces su conductor indicó que se dirigía a Rosario. Al revisar el camión con el perro antinarcóticos "Roco" los uniformados se toparon con que en el semirremolque no había prefabricadas sino una serie de bultos que congenian 4.574 kilos de marihuana paraguaya. La causa, que tampoco tenía investigación previa, quedó en manos del juez federal correntino Juan Carlos Vallejos. Ese cargamento fue valuado oficialmente por personal de Afip-Aduana a un precio de 61 mil pesos el kilo. Muy superior a los 20 o 30 mil pesos que fuentes policiales estimaron como valor a los transeros rosarinos.