La asunción del presidente, Joe Biden implicará un importante cambio de políticas en los Estados Unidos. Biden asume en un contexto signado por los grandes desafíos que enfrenta la primera potencia mundial. En este sentido, apenas el presidente pise el despacho oval instrumentará diversas medidas, varias de ellas, estarán vinculadas al proceso de recuperación económica.
Los equipos del flamante mandatario señalan que el gobierno enfrentará una compleja situación que obligará a atender, de manera simultánea, cuatro crisis: la pandemia, la económica, la climática y la inequidad racial. En base a estas premisas el equipo del presidente tiene ya preparadas medidas a ser tomadas en los primer os 10 días. En lo referido a la recuperación de la economía Biden lanzará un ambicioso paquete de estímulo que beneficiarán a la Argentina.
En este sentido, ya desde el primer momento el presidente norteamericano tomará acciones sobre estos tópicos. Uno de las medidas será brindar ayuda económica a las familias de los trabajadores afectados por la pandemia. También planea subir el salario mínimo y en paralelo enviará al Parlamento una propuesta para la creación de millones de empleos formales.
Otras de las iniciativas para mejorar la situación de los ingresos de una parte de los norteamericanos será ver de prorrogar el pago de las cuotas referidas a la educación. Cabe recordar que el jueves pasado se anunció un paquete de 1,9 trillones de dólares.
La contracara es un debilitamiento del dólar, la divisa en la que se cotizan las materias primas, con la natural suba de estos precios. Para ponerlo en perspectiva, desde el punto más bajo, hacia abril pasado, los precios de las commodities que exporta la Argentina subieron más de 50%.
Por supuesto, la oferta agrícola argentina está sujeta a los riesgos climáticos, pero los efectos adversos de la sequía (La Niña) parecen más moderados que los temidos inicialmente.
Las vacunas, por su parte, están acelerando los tiempos de la recuperación de la economía mundial. En algunos casos, como Alemania, los resultados son mejores que lo esperado.
China, el principal destino de las exportaciones de commodities argentinos, fue uno de las pocas naciones importantes que crecieron en 2020 y tendrá una fuerte expansión este año, superior al 8%, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional.
Brasil, el principal mercado para los productos manufacturados que exporta la Argentina, tendría en el año una recuperación cercana a 3%, según las últimas estimaciones privadas (tras haber caído 4,4% en 2020).
Pero las mayores posibilidades de exportación de la Argentina no se explican sólo por el crecimiento en la demanda de estos países, sino también por la apreciación de las monedas de los compradores.
El yuan tuvo una revalorización de 6,5% el año pasado y la moneda brasileña se fortaleció de casi 6 reales por dólar, en el peor momento de la pandemia, a unos 5,3 reales en la actualidad.
El cambio en las condiciones internacionales y las medidas implementadas por el ministerio de Economía a fines de octubre pasado permitieron revertir una situación por demás complicada en el frente cambiario.
Cabe recordar que a mediados de octubre el dólar blue rozó los $200, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el contado con liquidación superaba el 130% y el Banco Central perdía unos 50 millones de dólares por día. En noviembre las reservas netas eran inferiores a 3.000 millones de dólares y como el BCRA vendía a razón de 1.000 millones por mes, la situación era insostenible.
Hoy, si bien la brecha sigue siendo alta, se redujo a cerca de 70%, el BCRA compró u$s608 millones en diciembre último y sumó más de u$s500 millones en lo que va de enero y los depósitos del sector privado en moneda extranjera aumentaron en diciembre más de u$s1.200 millones.
“La mejora en el frente cambiario ayudó a moderar las expectativas de devaluación y la búsqueda de cobertura en el mercado de futuros” sostiene el economista Emanuel Álvarez Agis.
En el décimo mes del año pasado, durante el momento de mayor presión sobre el mercado cambiario, la tasa implícita en los contratos a marzo 2021 llegó a superar el 81%, reflejando una fuerte expectativa de aceleración en la tasa de devaluación para el primer trimestre. Actualmente la caída en el precio de los contratos llevó a que la tasa se ubique por debajo de 60%.
Por: Liliana Franco