Estados Unidos, Francia, Israel y Suecia limitan ciertas llegadas; en Holanda, las protestas contra el toque de queda degeneraron en enfrentamientos con la policía y saqueos en todo el país.
Varios países reforzaron este lunes las restricciones en sus fronteras ante la incesante amenaza del coronavirus, en medio de nuevas protestas contra los toques de queda, que en Holanda provocaron disturbios.
Estados Unidos se sumó a Francia, Israel y Suecia para limitar ciertas llegadas, respondiendo a la preocupación por las nuevas cepas del virus originadas en el Reino Unido y Sudáfrica.
"Nos toca demostrar que somos cívicos", dijo a la AFP el español Claudio Barraza a su llegada al principal aeropuerto internacional de París, tras la entrada en vigor de nuevas normas de test para las llegadas de la UE.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtió en la figura pública más reciente en dar positivo por la enfermedad.
En Washington, el presidente Joe Biden volverá a imponer el lunes la prohibición de entrada a la mayoría de ciudadanos no estadounidenses que hayan estado en el Reino Unido, Brasil, Irlanda y gran parte de Europa, y añadió a Sudáfrica a la lista, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.
Biden endureció la semana pasada las normas de uso de mascarillas y ordenó cuarentena para las personas que vuelan al país, que el domingo superó los 25 millones de casos.
Desde que apareció a finales de 2019, la Covid-19 ha matado a más de 2,1 millones de personas, con más de 99 millones de casos registrados, según el último balance de la AFP a partir de cifras oficiales.
Por regiones, las dos más afectadas son Europa, con 699.965 fallecidos y 32.075.371 contagios y América Latina y el Caribe, con 573.797 muertos y 18.210.181 casos.
El domingo, Francia empezó a exigir una prueba PCR negativa para quienes lleguen por mar y aire desde los países vecinos de la Unión Europea.
Suecia dijo que prohibiría la entrada desde la vecina Noruega durante tres semanas, después de que se detectaran casos de la cepa británica más infecciosa en Oslo.
En España, para frenar la epidemia, el gobierno viene aplicando un toque de queda nocturno, la movilidad entre regiones está muy restringida y varias de ellas endurecieron las medidas, como la de Madrid, que adelantó el cierre de la hostelería a las 21:00.
El país es uno de los más golpeados de Europa, con más de 55.000 muertos y casi 2,5 millones de contagios. Pese a ello, el Gobierno anunció que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dejará su cargo el martes para hacer campaña como candidato en las elecciones regionales catalanas.
FURIA EN HOLANDA Las medidas de los gobiernos para frenar la propagación del virus siguen enfrentándose a la oposición de algunos ciudadanos. En Holanda, las protestas contra el toque de queda degeneraron el domingo en enfrentamientos con la policía y saqueos en ciudades de todo el país, un día después de que se incendiara un centro de test de Covid-19 en la localidad de Urk (norte).
La policía utilizó cañones de agua y perros en Ámsterdam, informó la televisión pública NOS, después de que cientos de personas se concentraran para protestar por el toque de queda entre las 21:00 y las 04:30 horas, que se aplicará hasta el 10 de febrero.
Al menos 30 personas fueron detenidas en Eindhoven, donde el alcalde, John Jorritsma, dijo que si el país seguía "por este camino, creo que nos dirigimos a la guerra civil".
En Nueva Zelanda las autoridades confirmaron el primer caso comunitario de Covid-19 desde hace más de dos meses en una mujer de 56 años que acababa de regresar de Europa.
LOS RETOS DE LA VACUNACIÓN
Los científicos afirman que la única forma de superar la pandemia es la vacunación a gran escala, pero el despliegue está estancado en muchos lugares.
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Egipto comenzó su programa, con un médico y una enfermera que recibieron la inyección de Sinopharm, fabricada en China. En Australia, el regulador médico aprobó la vacuna de Pfizer y se espera que las primeras dosis se administren a finales de febrero, dijo el lunes el primer ministro Scott Morrison.
En cuanto a las repercusiones económicas a largo plazo, la ONG contra la pobreza Oxfam dijo que la emergencia estaba agravando la desigualdad. "En tan solo nueve meses, las 1.000 mayores fortunas del mundo ya habían recuperado las pérdidas económicas originadas por la pandemia", afirmó la organización en su informe anual sobre las desigualdades, pero los más pobres necesitarán "más de una década para recuperarse de los impactos económicos de la crisis".