Hay una gran crisis a la vuelta de la esquina. Los dice el analista estrella de JP Morgan y lo dicen los últimos datos de la economía estadounidense, que revelan que los ricos han dejado de gastarse el dinero con alegría y que es la clase media la que que está tirando del carro dejándose ahorros. Vamos de cabeza a una recesión.
Como suele ser habitual en las recesiones, los primeros en enterarse de que hay problemas son los más pudientes. Son ellos los que primero sufren las pérdidas bursátiles, se protegen y luego son los primeros en salir de la crisis. ¿Cómo se preparan para bandear el tsnuami que se nos viene encima? La web Business Insider ha revelado los cinco movimientos que están llevando a cabo:
1) Están dejando de invertir en bonos
Hay un indicador económico que ha anticipado las últimas siete recesiones en Estados Unidos: la curva de yield (o curva de rendimiento) invertida. Esta curva refleja la diferencia entre las tasas de interés a corto y largo plazo. Y está íntimamente unida al mercado de bonos: cuánto menor es la inversión en ese tipo de productos: en el mercado de bonos, los inversores compran deuda de los países y exigen a cambio una compensación, que es mayor cuanto más riesgo corre su dinero. Si la curva de tipos se invierte, esto significa que se pagan mayores intereses por comprar la deuda a corto plazo que por adquirirla a largo plazo. Los inversores ven más riesgo cuando el vencimiento es dentro de poco tiempo que si es dentro de unos años.
2) Están acumulando cantidades ingentes de dinero líquido
¿Cuál es la clave para sobrevivir a una recesión? Acumular grandes cantidades de dinero líquido (cash). En un escenario en el que presumiblemente las bolsas se van a hundir y los planes de ahorro que estén asociadas a acciones también, así que lo más inteligente es acumular dinero ahora para poder comprar las mejores oportunidades que ofrezca la crisis. A un ejemplo práctico, un piso en el centro de Madrid cuesta ahora unos 500.000 euros, puede que durante la crisis ese precio baje un 25% o un 30%, de la misma forma que ocurrió en la crisis de 2008.
3) Los ultra ricos están invirtiendo en empresas ultra seguras
Los más pudientes prefieren ahora mismo poner su dinero en empresas que ya han sobrevivido a varias crisis económicas y a largos periodos de turbulencias. ¿Ejemplos? Farmacéuticas o empresas de alimentación. ¿El motivo? Da igual cómo sea la crisis, los seres humanos vamos a necesitar seguir medicándonos o comiendo.
Otra de sus grandes inversiones son los llamados fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés). Este tipo de producto que aúna un gran número de acciones de diversas empresas, pero que a la vez pueden ser divididos en en acciones a sí mismo. Este hecho hace que su valor dependa tanto de la propia compra y venta de participaciones en el ETF en sí, como de las acciones de las empresas que contenga. Este doble sistema hace que algunos de ellos sean muy poco volátiles, y por tanto, más seguros en tiempos de crisis. Por ejemplo, si un ETF está formado por acciones de empresas automovilísticas, farmacéuticas, de la construcción y tecnológicas, si solo dos de estos sectores se ven afectados por la crisis, el daño se atenuará con las ganancias de los otros dos. Es la diversificación, baby.
4) Están pagando todas sus deudas
El ahorro y la eliminación de las deudas es una forma estupenda de protegerse ante la crisis que se nos viene encima. La eliminación de deudas evita problemas como el aumento de los intereses o la presumible falta de liquidez que se podrá dar en un futuro muy próximo.
5) No están haciendo lo único que deberían hacer
Business Insider ha hablado con un experto en planificación financiera llamado Ben Smith que asegura que los más ricos están nerviosos, y que esta emoción les está llevando a cometer errores que van en contra de su planificación financiera a largo plazo. ¿Su recomendación? Deberían mantenerse fieles a sus ideas originales, aguantar el chaparrón y luego volver a ganar dinero tras la recesión. Pero pocos los están haciendo: están creando las olas que luego se convertirán en el tsunami que se nos llevará... a menos que estemos preparados.