Buscan un visto bueno de Angela Merkel para postergar el pago con el Club de París

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    Una creciente expectativa existe en el Gobierno por la inminente conversación telefónica que mantendrá el presidente Alberto Fernández con la canciller alemana Angela Merkel a fin de lograr “el espaldarazo” final para que se le conceda a la Argentina “el permiso” de postergar el fuerte vencimiento de 2.400 millones de dólares que se debe cancelar el 30 de mayo con el Club de París y prorrogarlo para el próximo año, en principio.

    Fuentes de Gobierno aseguraron que el presidente mantendrá en las próximas horas una conversación con Merkel para lograr el respaldo a pedido que hizo Argentina en abril y ratificado por el viaje Alberto Fernández a Europa hace dos semanas, en cuanto a la necesidad de una reprogramación de ese vencimiento, mientras continúa en forma paralela la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo acuerdo.

    Si bien no hubo mayores precisiones sobre el momento de la conversación, las mismas fuentes aseguraron que la charla entre Fernández y Merkel se concretará en las próximas horas.

    Precisamente, estos mismos asesores del Gobierno consultados fueron quienes remarcaron la buena disposición que obtuvo Alberto Fernández en sus conversaciones con los líderes europeos hace dos semanas para contemplar en especial la situación de Argentina.

    “En Europa son conscientes de la situación que heredó el Gobierno actual, con un endeudamiento récord con el FMI, con una recesión muy fuerte y encima ahora los efectos de la pandemia. Por eso, creemos que va haber un gesto importante hacia nuestro país”, recalcó otra de las fuentes consultadas.

    Hay que recordar que el ministro de Economía Martín Guzmán realizó a mediados de abril un primer viaje a Europa para conversar del tema de la renegociación con el Club de París.

    En ese momento, el ministro desarrolló una completa agenda que lo llevó por España, Francia, Italia, Vaticano y Alemania, para finalmente culminar su viaje en Rusia.

    Un mes después, el presidente Alberto Fernández, acompañado por el ministro, realizaron un gira por el viejo continente, en este caso, Portugal, España, Francia, Italia y Vaticano, que además sirvió para que el propio mandatario tuviera una importante reunión con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

    En el viaje que hizo Guzmán en abril, las respuestas de los funcionarios europeos a los pedidos del Gobierno argentino indicaron que Argentina debía firmar primero un acuerdo con el FMI para luego encarar una renegociación con el Club de París.

    En ese encuentro, tal como la admiten funcionarios de Gobierno, el ministro se topó con cierta inflexibilidad del gobierno alemán en cuanto a conceder “algún beneficio especial” para la Argentina.

    Sin embargo, las últimas gestiones realizadas a nivel internacional, que incluyó una conversación del presidente Fernández con John Kerry, ex secretario de Estado durante la administración de Barack Obama, para lograr también un respaldo de Washington a las negociaciones de Argentina para acordar con el FMI y renegociar con el Club de París.

    Los tiempos empiezan a ser un motivo de presión extra para el gabinete económico, ya que en cinco días se produce el vencimiento de 2.400 millones de dólares y el país, si bien recuperó reservas en el Banco Central, las mismas no dan margen para cancelar ese vencimiento, el cual se arrastra desde el polémico acuerdo que se firmó en mayo de 2014, bajo la gestión del entonces ministro de Economía y actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

    El acuerdo suscripto otorga un plazo de gracia de 60 días, período que sería utilizado para continuar conversando con ese acreedor de distintos estados -está integrado por 19 países- mientras se sigue las gestiones con el FMI.

    El Pos- Guzmán

    Si bien desde el FMI se ha ratificado “el buen clima de diálogo que se mantiene con las autoridades argentinas”, en el Gobierno admiten que el organismo aguarda que el Ejecutivo le eleve lineamientos básicos de un programa con el cual sustentar un nuevo acuerdo.

    El primer objetivo del Gobierno de lograr un acuerdo para renegociar el endeudamiento récord de 44.000 millones de dólares de la gestión anterior por un periodo de 15 a 20 años no se logró, pero desde hace ya un tiempo el objetivo esencial es "estirar" la negociación hasta noviembre.

    El problema es que el programa que se espera llevar adelante con el FMI debería contener determinados compromisos que en el oficialismo duro no están dispuesto aceptar de ninguna manera en un año electoral y donde hay tanto en juego desde el punto de vista político.

    De hecho, en estas últimas horas se emitieron señales contundentes del oficialismo más duro hacia las negociaciones con el FMI.

    Precisamente, rememorando el 25 de mayo de 2018, cuando el gobierno anterior se encontraba cerrando un acuerdo con el FMI y la oposición llamó a marchar bajo la consigna “La Patria está en peligro”, en las últimas horas se conoció un documento firmado por una gran cantidad de políticos, sindicalistas, empresarios, actores y periodistas identificados con el oficialismo más intransigente formulando advertencias con respecto a estas nuevas gestiones.

    Se trata de la “Proclama del 25 de mayo”, en cual se le marca al Gobierno, esencialmente al gabinete económico, los pasos que se deberían seguir para cerrar un acuerdo con el FMI.

    El documento fue impulsado por el ex juez Raúl Zaffaroni y por la diputada nacional y economista Fernanda Vallejos, muy cercanos a la actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

    La lista de los firmantes la integran también sindicalistas como Pablo Moyano (Secretario General Adjunto del gremio de Camioneros), Héctor Daer (Secretario general de la CGT), Hugo Yasky (Secretario general de la CTA) y Pablo Micheli (dirigente de la CTA de los Argentinos).

    Las personas que firman esa proclama reclaman “investigar el destino de los fondos de dicho préstamo para identificar a los responsables de la fuga de capitales, puesta en evidencia por la investigación del Banco Central de la República Argentina”.

    Y “exigir al FMI que brinde todo el apoyo para continuar con las investigaciones, determinar y diferenciar deuda legítima de ilegítima y que, asimismo, colabore en encontrar los fondos fugados del país”.

    Como punto destacado a modo de conclusión proponen “reprogramar los vencimientos con todos los organismos financieros internacionales con plazos acordes a las verdaderas posibilidades de pago del país”.

    Qué es el Club de París

    El Club de París es un grupo informal de acreedores oficiales cuya función es encontrar soluciones coordinadas y sostenibles a las dificultades de pago que experimentan los países deudores. Los acreedores del Club de París acuerdan cambiar el perfil de pagos de las deudas que les corresponden.

    El Club de París se ha mantenido estrictamente informal. Puede describirse como una "no institución".

    Qué hace el Club de París

    El Club de París es un foro donde los acreedores oficiales se reúnen para resolver las dificultades de pago que enfrentan los países deudores.

    Quiénes son los miembros del Club de París

    Hay 22 miembros permanentes del Club de París y pueden participar otros acreedores bilaterales oficiales. Los miembros permanentes del Club de París son: Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea, Países Bajos, Noruega, Federación de Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos de América

    Cuándo se creó el Club de París

    Como el Club de París es solo un grupo informal, no hay fecha de creación. La primera reunión con un país deudor fue en 1956 cuando Argentina acordó reunirse con sus acreedores públicos en París.

     

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