La continuidad del ministro de Economía, Martín Guzmán en su cargo aparece cada vez más con signos de interrogación y mayor margen de incertidumbre, ya que en estos últimos días y dentro de la dura pelea que mantuvieron el presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández, el núcleo más duro del oficialismo “no lo considera tan imprescindible” para cerrar un acuerdo con el FMI.
En estas últimas horas, funcionarios de Gobierno aseguran que la continuidad de Guzmán está en un momento de incertidumbre, a pesar que, en definitiva, con el cambio de gabinete implementado la semana pasada, el titular de la cartera económico logró continuar en la gestión.
Pero los embates hacia el ministro, especialmente por su postura en cuanto al mensaje de prudencia fiscal y monetaria, siguen sucediendo, tras la pelea política del Gobierno de hace dos semanas.
Y en ese punto, dentro del seno del Ejecutivo dudan que Guzmán “sea el único que tiene la llave para cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario” después de las elecciones del 14 de noviembre.
“Hasta hace poco era así pero ahora el panorama ha cambiado, en gran parte por el resultado de las elecciones, y por otro, porque quizás haya movimientos en la propia cúpula del FMI”, resumió uno de los funcionarios de Casa de Gobierno consultado por Perfil.
Ese es uno de los puntos centrales que, en definitiva, podría decidir si Guzmán continúa en su cargo en los próximos meses.
El problema es que la actual titular del FMI, Kristalina Georgieva, está siendo cuestionada por su gestión cuando estuvo en el Banco Mundial y se sabe que la directora gerente del Fondo no es del agrado del gobierno de los Estados Unidos.
Guzmán llegó a ser ministro de Economía en diciembre de 2019 por recomendación de Joseph Stiglitz, premio nobel de Economía, y de Georgieva. Fue discípulo de Stiglitz en la Universidad de Columbia, quien además tiene una excelente nivel de diálogo y entendimiento ideológico con Georgieva.
Pero además, Stiglitz recibió el Premio Nobel de Economía junto a su colega George Akerlof, quien es esposo de Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos.
En definitiva, todos estos nombres forman parte de la “considerable llave de contactos que posee Guzmán en Estados Unidos”, pero precisamente, como Georgieva está siendo cada vez más cuestionada, esa circunstancia le agrega mayor debilidad a la situación de Guzmán dentro del gabinete.
Polémica por el presupuesto De hecho, son varios los funcionarios del Gobierno que admiten que en esta última semana a Guzmán “no le cayó nada bien” que desde el propio oficialismo se esté impulsando “importantes cambios” en el proyecto de Presupuesto, que ingresó apenas hace unos días al Congreso para ser debatido.
Por eso es que aún Guzmán no fue al Congreso, a explicar los alcances de ese proyecto, ya que es indudable que le resulta sumamente difícil poder analizar y defender los lineamientos del mismo cuando de la propia bancada han dejado trascender su disconformidad y que le harán distintos cambios.
“Es increíble, ni bien ingresó al Congreso, ya se anticiparon y dijeron que le harían varios cambios”, se quejó un funcionario del área económica.
Quienes respaldan a Guzmán dentro del gabinete saben que los embates hacia su gestión no terminaron sólo con el cambio de funcionarios de la semana y la orden de silencio de radio tras el “sincericidio” de la diputado ultra oficialista Fernanda Vallejos.
“Los gurkas no se van a quedar quietos”, concluyó otro de los funcionarios consultados.