Producto de las nuevas exigencias del Banco Central para que las exportadoras liquiden los dólares en 15 días, y además por la poca actividad en los mercados granarios, el ingreso de divisas en lo que va del mes lleva una merma del 50% respecto de lo visto en agosto.
Fuentes de la industria señalaron que "es muy corto el tiempo para traer los dólares". Argumentaron que toda la operatoria, desde que sale el grano del puerto y llega a destino, hace un total de 24 días. Es por eso que pidieron al Central que copien la norma de 2012, donde el plazo se extendía entre 30 y 180 días. El tema no sólo genera problemas para los granos sino también para el maní, semillas, maíz pisingallo, etcétera.
Por lo pronto, hasta el momento alertaron que de los US$115 millones diarios que se veían en agosto hoy es de apenas US$57 millones. Esto hace que a la fecha las divisas asciendan a US$805 millones. De mantenerse el actual ritmo, a fin de mes habrán llegado entre US$1.500 a US$1.600 millones, lo que mostraría una caída del 29% sobre los US$2.266 millones que se registraron el mes pasado.
Más allá de la decisión de retener granos tomada por el campo -a partir de la volatilidad cambiaría-, la no comercialización de la oleaginosa se centra en la incertidumbre que hay frente al próximo gobierno y sobre cuánto será el porcentaje de derechos de exportación que deberán enfrentar en 2020.
Si el Gobierno busca que lleguen mas dólares para frenar el tipo de cambio, deberá decirle al BCRA que modifique la circular 6780 publicada el miércoles último. En realidad ya hizo varios cambios, pero parece que no logra entender el pedido de las exportadoras, que en varias oportunidades explicaron que el problema pasa por los tiempos que arrancan desde que se carga un barco en el puerto de Rosario.
El río Paraná actualmente presenta una bajante que provoca que toda la actividad se traslade al sur de Rosario. Desde ahí que la demora se estira a 20 días hasta que termina el proceso de zarpe. Junto con el buque se envían los documentos comerciales, que llega en dos días al país de destino una vez recibida la mercadería. Verificado ésto, el pago -"con mucha suerte"- se hace a los dos días siguientes.
De la cosecha restan por vender 21,1 millones de toneladas. Si se le agrega los 7,2 millones de toneladas que están bajo la modalidad a fijar precio, el campo tiene en su poder U$S10.074 millones.