El 2022 ha sido un año de incertidumbre para el sector económico, en especial por la invasión de Rusia a Ucrania, que ha desatado consecuencias a nivel mundial, incluyendo una crisis energética en la que varios países enfrentan precios altos en los hidrocarburos y, por su puesto, el desabastecimiento de este tipo de productos en ciertas regiones del mundo.
Tanto el petróleo como el gas aumentaron su precio en comparación con el cierre del primer trimestre del año (5,4 % y 5,6 % respectivamente), derivado en gran parte a las sanciones sobre Rusia para la exportación de estos suministros.
El relativamente bajo suministro de hidrocarburos, principalmente debido a la baja de pozos productivos como respuesta al impacto económico negativo del Covid-19 del 2020, sumado a la rápida recuperación de la demanda global de estos, impulsó a las empresas petroleras incrementar los equipos de perforación bajo contrato, lo cual anticipa un incremento en la producción de petróleo y gas a mediano plazo.
La escasez de hidrocarburos provenientes de Rusia genera incógnitas sobre quién va a reemplazar esta provisión a nivel internacional, lo que representa una oportunidad para la Argentina de convertirse en un aliado estratégico para el abastecimiento de energía.
El país cuenta con uno de los yacimientos de petróleo y gas más prometedores, Vaca Muerta, una formación geológica de primera clase en términos hidrocarburíferos, ubicada en Neuquén.
Y es que tan solo en el 2020 más de dos tercios de la producción de petróleo y gas en Argentina provenía de recursos convencionales de las cuencas de Neuquén y del Golfo San Jorge principalmente.
Sin embargo, algunos de estos yacimientos ya son relativamente maduros y se encuentran en declive, lo que conlleva niveles de producción cada vez menores. Esta tendencia podría ser revertida, aprovechando los recursos no convencionales de petróleo y gas que se encuentran en la cuenca de Neuquén, que incluye la formación de Vaca Muerta.
A pesar de que Argentina va en buen camino, avanza sobre proyectos complejos y necesita tecnología de punta, y pasaran varios años hasta que entre en fase de producción.
Adicionalmente, hoy existen significativos cuellos de botella en la infraestructura para la evacuación de la producción de las zonas productivas en el sur hacia las zonas de alto consumo, e incluso, exportación en el norte. Esto impide a las empresas producir mayores cantidades.
Por eso, es importante continuar con la inversión pública y privada en el desarrollo de este yacimiento. Y esto requerirá la implementación de políticas públicas que incentiven la inversión extranjera en perforaciones, pero también en infraestructura primaria, como lo es el gasoducto Néstor Kirchner; y en secundaria, como vías de acceso y plantas de producción de consumibles para la perforación, entre otras.
Argentina cuenta con las características naturales más favorecedoras a través de sus costas, sus inmensas tierras productivas y un subsuelo rico en todo tipo de recursos. El desarrollo inteligente de los recursos de Vaca Muerta presentará todas las posibilidades para que la Argentina se convierta en un caso éxito y de referencia mundial en el sector de hidrocarburos.
Por Miguel Peleteiro, Managing Director y Líder de la práctica de Oil and Gas Corporate Finance en Américas para Kroll.