Cuando se trata de libertad de prensa, el arresto del periodista Shahid Aslam pone de relieve las debilidades de nuestra democracia y el fracaso del Estado para hacer lo correcto. Aslam fue arrestado por la FIA después de la publicación de una historia en línea sobre las declaraciones de impuestos y riqueza del jefe retirado del ejército, el general Qamar Bajwa, en noviembre pasado. Según el artículo, la familia del general Bajwa amasó miles de millones de rupias en los últimos seis años.
Se alega que el Sr. Aslam, que ha sido enviado a prisión preventiva, contribuyó a la historia filtrando datos, pero el periodista que escribió la historia más tarde dijo que el Sr. Aslam no tenía conexión con ella. El abogado de Aslam también ha dicho al tribunal que el periodista no cometió ilegalidad. Sin embargo, está siendo perseguido.
El arresto de Aslam es parte de un patrón antiguo: el estado toma medidas enérgicas contra la cobertura negativa de los sectores poderosos arrestando al personal de los medios de comunicación al que responsabiliza. Con demasiada frecuencia, los periodistas han sido arrastrados a los tribunales, amenazados e intimidados por publicar historias que han planteado preguntas sobre los oficiales militares.
Este caso demuestra una vez más que el Estado prefiere disparar al mensajero en lugar de abrir una investigación sobre el mensaje. El arresto de Aslam, las demandas de sus contraseñas y el acceso a su teléfono y computadora portátil violan las protecciones garantizadas a los periodistas por la ley. Si el estado está tan preocupado, debería haberse centrado en cómo se "filtraron" los detalles al final del gobierno, si de hecho, fue una acción ilegal.
Pero más importante es la necesidad de una investigación por parte del FBR y otros organismos relevantes de cómo se acumuló la supuesta gran cantidad en primer lugar. Desafortunadamente, los sucesivos gobiernos, incluso si han sido elegidos democráticamente, han estado muy contentos de facilitar la persecución de periodistas a instancias de una autoridad superior. Para demostrar que Pakistán no es una democracia sólo de nombre, el Estado debe liberar al Sr. Aslam y abstenerse de tales reacciones instintivas.