La meteoróloga Cindy Fernández reveló a Télam que "las tormentas severas ocurren todo el tiempo, pero esta última tuvo la particularidad de ser enorme", ya que abarcó un área de "1500 kilómetros y pasó por arriba de un montón de ciudades".
El fuerte temporal que el fin de semana azotó la región central del país, recorriendo más de 1.500 kilómetros desde su formación en el océano Atlántico, fue consecuencia de varios factores climáticos intensificados y, si bien en el corto plazo no hay estimaciones de este tipo de fenómeno, "este año, con el fenómeno de El Niño, las tormentas intensas van a ser más recurrentes", precisó la meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Cindy Fernández y destacó la importancia de estar atentos a las alertas emitidas y a la información oficial.
"Tormentas severas con ráfagas destructivas", es el nombre del fenómeno, que entre la tarde del sábado y madrugada del domingo azotó con fuerza la región central de la Argentina con vientos de más de 150 kilómetros por hora, provocando la muerte de, al menos, 14 personas, la caída de miles de árboles, postes, cortes de suministro eléctrico y graves daños materiales.
En diálogo con Télam, Fernández detalló que este fenómeno fue consecuencia de "varios días en los que predominó en el centro del país y el norte de la Patagonia una masa de aire extremadamente cálida, con muchísima humedad, por lo que era una masa de aire muy inestable".
Además, desde mediados de la semana pasada comenzó a ingresar "mucho viento del norte" y se registraron "cortantes del viento, que son circulaciones de variaciones de vientos en las distintas capas de la atmósfera" y todos estos factores "predisponen a la formación de tormentas".
"Tenías todos los elementos juntos para la inestabilidad, pero para que se desarrolle la tormenta es necesario un desencadenante que fue el ingreso de un frente frío desde la Patagonia, que además venía intensificado por aire muy frío que generó que la formación de la tormenta sea más violenta", precisó la especialista.
El contraste de las temperaturas de los frentes de aire generó una serie de "tormentas severas con ráfagas destructivas, ese es el nombre del fenómeno que generó todos los destrozos a su paso", apuntó Fernández y remarcó que las mismas "se organizaron en forma de línea, es decir eran un montón de tormentas que avanzaron de manera ordenada y lineal".
La especialista detalló que en los radares podía verse una "franja de tormentas que comenzaba en el océano Atlántico, al sur de Buenos Aires y recorría toda la provincia, pasando por el sur de Santa Fe, parte de La Pampa y terminaba en el norte de Córdoba".
En este sentido, también detalló que "dentro de esa franja" las tormentas variaban su intensidad y que algunas se caracterizaban por la caída de lluvia, como en La Pampa, donde cayeron entre 60 y 70 milímetros en poco tiempo y otras por la intensidad de los vientos, como en Bahía Blanca, donde se registraron vientos de 153 kilómetros por hora, o en el AMBA (Área Metropolitana) entre 100 y 132".
Fernández remarcó que en la Argentina "las tormentas severas ocurren todo el tiempo, pero esta tuvo la particularidad de ser enorme", ya que abarcó un área de "1500 kilómetros y pasó por arriba de un montón de ciudades y los daños fueron muchos y muy visibles por la cantidad de zonas pobladas que afectó".
Por lo general, estos fenómenos "son mucho más pequeños y dado que nuestro territorio tiene más zona rural que urbana, los daños son menores y tiene menos visibilidad", apuntó la meteoróloga.
Por último, remarcó que "este año con el fenómeno de El Niño las tormentas intensas van a ser más recurrentes que otros años típicos, es decir, este año hay más chance que haya tormentas fuertes que otros años" y apuntó que es fundamental "estar atentos a la información oficial, a las alertas meteorológicas y saber qué hacer en caso de que ocurran".
Las condiciones meteorológicas continuarán inestables en el centro del país, con marcas térmicas máximas entre los 21 y 23 grados, por lo menos hasta el miércoles próximo y, recién a partir del jueves se estima el clima comenzará a mejorar con cielo más despejado y temperaturas en leve aumento hacia el fin de semana.
Al respecto, la meteoróloga aclaró que "no se emite alerta por cualquier tormenta. Los alertas se emiten solamente si los fenómenos que se esperan tienen la capacidad de generar daños o víctimas”.
Una alerta amarilla se emite ante posibles fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de las actividades cotidianas.
Bajo este tipo de alerta el SMN recomendó asegurar los objetos que puedan ser arrojados por el viento; mantenerse alejado de los árboles ya que la fuerza del viento podría quebrar alguna de sus ramas; no estacionar vehículos bajo los arboles; mantener cerrada la vivienda del modo más hermético posible; estar comunicado y disponer una mochila de emergencias con linterna, radio, documentos y teléfono.