¿A partir de qué edad una persona empieza a envejecer? Un estudio presentado por médicos reveló que hay dos momentos cruciales en la vida que juegan un papel determinante en el proceso de envejecimiento. Este análisis, que profundiza en la influencia de estos períodos críticos y ofrece una nueva perspectiva sobre cómo ciertos eventos y etapas pueden impactar significativamente la salud.
Qué plantea el estudio
Un estudio llamado “Nonlinear dynamics of multi-omics profiles during human aging” y publicado por Nature Aging plantea que el “envejecimiento es un proceso complejo y multifactorial de cambios fisiológicos fuertemente asociados con varias enfermedades humanas, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes, neurodegeneración y cáncer”. Los médicos a cargo de la investigación indicaron que las alteraciones de las moléculas son clave para lograr entender el mecanismo subyacente al envejecimiento.
Para el análisis se hizo un seguimiento de 108 individuos de edades distintas entre 25 a 75 y durante distintos lapsos de tiempo, de uno a 7 años, y el período de seguimiento más largo para un solo participante, que alcanzó los 2471 días. “La investigación exploró los cambios que ocurren en diferentes perfiles cómicos durante el envejecimiento humano”.
Qué se obtuvieron como resultados
Los datos recolectados permite “examinar los cambios moleculares que ocurren durante el proceso de envejecimiento humano”, indicó el estudio. Detallaron que a los 44 y a los 60 años son los momentos claves cuando comienzan a notarse determinados cambios:
Después de los 40 años, disminuye la eficiencia de metabolización del alcohol.
A los 60 años ocurren cambios relacionados con el sistema inmunológico.
El declive en la función renal comienza al rededor de los 60 años.
La capacidad para metabolizar la cafeína sufre una alteración notable no solo alrededor de los 60 años de edad, sino también alrededor de los 40.
Las personas de 60 años o más presentan una mayor susceptibilidad a problemas renales y diabetes tipo 2.
Después de los 60, ocurre un aumento no lineal en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales.