El Ministerio de Salud Pública explica términos epidemiológicos referidos a la pandemia. ¿Cuál es la diferencia entre mutación, variante y cepa del virus?, ¿cuáles son los posibles efectos de las nuevas variantes?, ¿cómo se clasifican? Y ¿cuáles son las características biológicas de las variantes más relevantes?
La jefa del programa de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud, Paula Herrera, habló sobre distintos términos epidemiológicos tras la confirmación de tres casos en Salta de las variantes de Manaos, Río de Janeiro y Reino Unido.
La funcionaria explicó que las mutaciones son cambios que presenta el virus a nivel genético, conforme se van dando los contagios de persona a persona.
Las variantes son diferentes mutaciones que tiene el virus y se agrupan en linajes, a los que se los designa con una serie de números y letras para identificarlos, considerando su orden de aparición y su composición genética. Algunas de las más conocidas son la 501Y.V1 de Reino Unido, la 501Y.V2 de Sudáfrica o la 501Y.V3 de Manaos.
Además, Herrera indicó que las cepas son demasiadas mutaciones que provocan un cambio sustancial dando origen a una nueva especie del virus.
Las nuevas variantes del virus
“Desde la identificación inicial del SARS-CoV-2, más de 845 mil secuencias genómicas completas se han compartido globalmente a través de bases de datos de acceso público”, expresó la jefa del programa de infecciones asociadas al cuidado de la salud.
Entre los posibles efectos de la circulación de nuevas variantes se puede mencionar:
· El aumento en la transmisibilidad.
· Mayor severidad de la enfermedad.
· Disminución de la protección en personas infectadas previamente.
· Disminución de la respuesta a anticuerpos monoclonales, plasma de convalecientes y suero hiperinmune.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó tres tipos de variantes. Las de interés, las que preocupan y las de grandes consecuencias.
Las variantes de interés presentan menor neutralización en el virus por los anticuerpos generados contra una infección anterior o la vacunación. También, una menor eficacia de los tratamientos y un aumento pronosticado en la transmisibilidad o gravedad de la enfermedad.
Su expansión es limitada a pocas zonas o países. Por ejemplo, la variante de Río de Janeiro.
En tanto a las variantes que preocupan, existe evidencia de una mayor transmisibilidad, casos más graves de enfermedad (mayor cantidad de hospitalizaciones o muertes), reducción significativa en la neutralización del virus por los anticuerpos generados durante una infección anterior o la vacunación y menor efectividad de los tratamientos.
Aquí continúan siendo efectivas las medidas de bioseguridad recomendadas por el Ministerio de Salud Pública. En este nivel se pueden mencionar a las variantes de Manaos, Reino Unido o California.
Las variantes de grandes consecuencias presentan una clara evidencia de que las medidas médicas paliativas han reducido significativamente la efectividad con respecto a otras variantes que circularon previamente. “Actualmente no hay variantes del SARS-CoV-2 que alcancen el nivel de grandes consecuencias” manifestó Herrera.
La médica infectóloga María Paula Herrera dio precisiones acerca de las características biológicas de las variantes de Reino Unido y Manaos.
Variante de Reino Unido
· Mayor tasa de transmisión, entre un 30% y un 90% más, que las que han circulado previamente.
· Posible mayor riesgo de hospitalizaciones y muerte.
· Reducciones leves en la capacidad de neutralizar el virus y convertirlo en no infeccioso en sueros de pacientes convalecientes de la primera ola o de personas inoculadas con las vacunas contra la COVID-19.
Variante de Manaos
· Mayor tasa de transmisión y rápida propagación, respecto a las variantes de la primera ola.
· Es entre 1,4% y 2,6% más transmisible.
· Presenta mayor carga viral en base a los niveles del Ácido Ribonucleico (ARN) en los hisopados nasofaríngeos.
· Se asociaría con evasión a la respuesta inmune y mayor probabilidad de reinfección.
Herrera dijo que las medidas de distanciamiento, el uso de barbijo o tapaboca y la higiene de manos continúan siendo eficaces para evitar el contagio de las nuevas variantes.