La inteligencia puede considerarse como el don por excelencia de los seres humanos, incluso existe el debate de si hacemos un buen uso o no de ella.
En lo que no hay duda es que a día de hoy, la inteligencia sigue siendo objeto de estudio y ha suscitado curiosidades. En este post vamos a reflejar algunos datos interesantes que no todo el mundo conoce.
Este don no es fruto de uno o varios genes?
Realizar un test de inteligencia no quiere decir que el resultado sea inequívoco. Estas pruebas hacen una medición de la inteligencia en términos relativos. Esto se debe a que en el momento de realizar el test pueden darse factores que perjudiquen el rendimiento como el estado anímico o el cansancio.
Por otro lado, este don no es fruto de uno o varios genes. Tiene más que ver con una construcción social, lo que nos lleva a afirmar que no hay un único factor biológico detrás de ella.
La inteligencia es, más bien, el producto de un conjunto de procesos afines al desarrollo de las distintas áreas cerebrales o la eficacia de las mismas a la hora de trabajar.
Esta facultad se mantiene estable a lo largo de la vida de una persona. La práctica siempre ayuda a potenciar habilidades y adquirir nuevos conocimientos, pero no es posible modificar mucho y de forma acelerada nuestra virtud.
Debido a creencias determinadas por una casualidad, la inteligencia ha estado ligada a mitos. Leonardo Da Vinci, Isaac Newton o Benjamin Franklin eran zurdos. Su genialidad e infinito legado no ha sido fruto de ello. Se ha demostrado científicamente que la inteligencia no va ligada a este hecho.
Un estudio de la Universidad de Adelaide con una muestra de 5.000 personas abordó que no había diferencias singnificativas que demostraran que los zurdos fueran más inteligentes que las personas diestras.
Del mismo modo, la creencia de que los juegos mentales incrementan la inteligencia, no es del todo cierta. Los crucigramas, sudokus o juegos similares ayudan a poner a prueba tu inteligencia con entretenimiento. Además son muy recomendables para aquellas personas que padezcan algún tipo de demencia.
También debemos trabajarla. La inteligencia emocional es la capacidad que nos permite guiar, desarrollar y canalizar las emociones para poder alcanzar nuestras metas.
La incluímos en este post porque todavía hoy unir la palabra inteligencia con emociones parece extraño.
Estas sensaciones que tenemos, construyen nuestra identidad y delimitan nuestra forma de relacionarnos con el resto. Nuestros pensamientos e ideas tienen adherirdos estas emociones que nos acompañan a lo largo de nuestra vida.
Creemos que es evidente el porqué del beneficio que supone desarrollar la inteligencia emocional en nuestra vida personal. Pero también podemos hacerlo en el terreno profesional.