Los juegos de azar siempre han encontrado su simbolismo en los famosos cuatro iconos de la baraja francesa: corazones, picas, diamantes y tréboles. La gran mayoría reconocemos fácilmente esos símbolos, pero ignoramos cómo se originaron y qué historia se esconde tras ellos.
La baraja francesa se introdujo durante la Revolución Francesa del siglo XVIII y cambió radicalmente el futuro de los naipes. Muchos creen que esta baraja de 52 fichas es tan solo un pasatiempo, pero también es un retrato simbólico de la transformación que se llevó a cabo en la Francia de esa época.
Durante ese período, los fabricantes franceses empezaron a dar a las cartas de corte nombres de obras literarias famosas, como la Biblia y otros clásicos. Se desarrolló la costumbre de asociar cartas de corte específicas con nombres famosos, siendo los más conocidos y comúnmente aceptados el Rey David (Picas), Alejandro Magno (Tréboles), Carlomagno (Corazones) y Julio César (Diamantes), que representan los cuatro imperios de judíos, griegos, francos y romanos.
La postura, la ropa y los accesorios que vemos en la baraja francesa moderna tienen sus orígenes en estos personajes, aunque no podemos estar seguros de que los detalles sean precisos, ya que había mucha diversidad de ropa, armas y accesorios representados durante esa época.
La baraja se estandarizó y se expandió por Europa a finales del siglo XVIII, cuando se introdujeron los impuestos sobre los naipes. Al dividirse Francia en nueve regiones con este fin, se ordenó a los fabricantes de cada región que utilizaran un diseño estandarizado único para su región. Pero no fue hasta que los naipes emigraron a Inglaterra cuando este diseño empezó a dominar realmente la industria de los naipes.
EL USO DE LA BARAJA FRANCESA MODERNA EN CASINOS
La baraja francesa sigue siendo la más usada en los casinos y tiene una importancia clave en la historia de los juegos de azar. El casino adaptó esta baraja tan popular para juegos como el póker, el rummy, el blackjack, el solitario y otros juegos populares. En este artículo veremos cómo se ha adaptado la baraja moderna a los casinos actuales.
La baraja moderna sigue conteniendo 52 cartas, aunque no siempre fue así. A lo largo de los siglos, las barajas francesas se han compuesto de diferentes variaciones de cartas de 24, 36, 40, 48 y casi cualquier número intermedio.
Pero la baraja de 52 cartas se impuso al resto de las barajas para convertirse en la más popular y común en gran parte del mundo. Nadie puede decir con seguridad cuál es la razón de esto. Hay muchas teorías que compiten entre sí, pero lo más probable es que el colonialismo británico y francés desempeñara un papel importante, ya que pudo permitir que el tamaño de baraja estándar francés de 52 cartas se extendiera por todo el mundo.
Otro dato curioso sobre las barajas francesas que mucha gente no sabe, es que se usan durante 12 horas hasta ser desechadas o vendidas. El tiempo que una baraja está en juego depende de factores como el grado de ocupación de la mesa en cuestión y si se baraja a mano o a máquina.
Por ejemplo, si se visita durante una época de gran afluencia, una baraja puede durar tan sólo una hora antes de ser cambiada por otra nueva. ¿Pero por qué se retiran las cartas? Para evitar que cualquier marca distintiva, como dobleces o rozaduras, delate a los jugadores que quieren obtener ventaja.
Evitar que haya imperfecciones en las cartas es imprescindible para los casinos, es por ello que cuentan con muchas medidas de seguridad. Para evitar modificaciones del exterior que den ventaja a un jugador, las nuevas barajas francesas siempre son aprobadas por los jefes de sala y los crupieres, antes de ser barajadas de nuevo. Además, cuando se retira una baraja, hay que contabilizar todas las cartas antes de triturarlas o venderlas con imperfecciones intencionadas para que no puedan volver al casino.
El material de la cartas también es importante, las barajas francesas que encontramos hoy en día en los casino son 100% de plástico. Esto se debe a que permite un mayor manejo de las cartas en juegos como el póquer, antes de que se cansen, ensucien y se manchen. Y, ya que hablamos de seguridad antes, también hace más difícil que los jugadores hagan trampas y marquen las cartas que el papel.
Durante la historia ha habido muchas marcas que se han dedicado a la comercialización de barajas francesas, aunque la más icónica hoy en día es la estadounidense Bicycle. Se dice que son las barajas más famosas de la historia debido a que se utilizaron para ayudar a escapar a los prisioneros estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.
El fabricante de las Bicycle, la United States Playing Card Company (USPCC), domina el mercado de fabricación de naipes y es una de las principales opciones para muchos casinos. La empresa belga Cartamundi también quiere llegar a ser el mayor fabricante de cartas del mundo y también fabrican varios juegos de cartas en mercados diferentes al de la USPCC.
Como has podido ver, los usos de la baraja francesa ha cambiado con los años, pero siempre permanecerá como icono en casinos de todo el mundo.