El hobby más caro de Mauricio Filiberti (72), el flamante co propietario de Edenor, es navegar en barco por costas europeas como Saint Tropez, Ibiza, Formentera, Palma de Mallorca, Mónaco y Cerdeña, entre otros. Y lo hace con una de sus mayores lujos, un yate valuado en más de 30 millones de dólares con bandera de Islas Caimán, el que hasta hace una semana estaba anclado en la ciudad italiana de La Spezia, donde funcionan los talleres del fabricante: San Lorenzo Yacht.
La revista especializada Boat International define a la embarcación de lujo de Filiberti como un megayate. En marzo de 2020, el barco del empresario argentino salió publicado en la portada de esta revista y allí se dieron detalles sobre todas las prestaciones de la embarcación llamada Attila. “En la lista de deseos del propietario había un abundante almacenamiento de carne y vino, amplias instalaciones de cine, una terraza completa para él y su esposa”, dice el artículo.
El megayate de 64 metros de largo cuenta con cinco plantas, que en el mundo náutico se llaman cubiertas, con helipuerto, sauna, gimnasio, una piscina de cinco metros de largo con piso transparente que funciona como techo de la cubierta de abajo, donde hay un ambiente llamado “club de playa” equipado con sillones y una gran mesa cubierta en mármol.
Entre las visitas que recibió en su barco estuvo el ex presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada, quienes llegaron sin avisar, invitados por el ex marido de Awada, el falso conde belga Bruno Barbier, íntimo amigo de Filiberti. Fue en agosto del año pasado, cuando Macri viajó a Europa para asumir como presidente de la Fundación FIFA y pasó por Saint Tropez. Barbier le dijo a Filiberti que iba con unos amigos y cayó con toda la familia. Aquella tarde, hablar de política fue inevitable, por lo que el anfitrión antes de arrancar avisó: “Yo soy amigo de Massa”, a lo que Macri respondió: “Massa es el político mejor preparado del país, pero va saltando de un lugar a otro y eso lo perjudica”. Una rara gentileza.
Gustos premium de Filiberti.
Filiberti es un hombre hábil para mezclar política, hobbies y vinculaciones. Una de sus inversiones son tres aviones que compró en sociedad con otros empresarios: dos con el amigo íntimo de Mauricio Macri y dueño de la empresa de gas Camuzzi, Alejandro Macfarlane, un Lear 60 y un Lear 35 que explotan con la firma Patagonia Jet, y otro que se lo compraron al propietario de la empresa Newsan Rubén Cherñajovsky. Para adquirir este avión –un Falcon 900–, Filiberti y Macfarlante sumaron a la “vaquita” al “hermano de la vida” de Mauricio Macri, Nicolás Caputo, y al corredor de autos Orly Terranova.
En materia de bólidos, la marca preferida de Filiberti es Porsche. Tiene un 911 Carrera 4S que usa cada vez menos porque no le gusta que en la calle le griten “garca” cada vez que lo ven, según le contó a un amigo. En el pasado tuvo una Ferrari California negra que fue célebre por quedar involucrada en la trama de la causa conocida como la ruta del dinero K. Un joven llamado Leonardo Fariña vio la Ferrari estacionada en Punta del Este y se acercó a preguntar si estaba en venta. Filiberti en principio le dijo que no, pero que por 380 mil dólares podía desprenderse del auto. Al día siguiente Fariña apareció con cuatro fajos del Banco Macro, tres de 100 mil dólares y uno de 80 mil.
Aquella venta de su Ferrari le trajo muchos dolores de cabeza. Tuvo que ir a declarar en varias oportunidades al juzgado de Sebastián Casanello por la ruta del dinero K y también en el juicio. Aquella exposición pública no le trae buenos recuerdos, pero tal vez le haya servido de experiencia. Porque ahora, que es uno de los nuevos dueños de Edenor, tendrá mucha más visibilidad que antes.
Filiberti está casado con una ex modelo llamada Camila Pitana (30), con quien comenzó a salir hace diez años. Por la diferencia de edad, cuando la conoció le dijo que tenía 50 años cuando en realidad tenía 62. Meses más tarde, Pitana descubrió la verdad, pero ya habían formalizado una relación. Ella es una activa usuaria de Instagram donde sube fotografías con sus amigos, con su hija y de los viajes que realizan juntos alrededor del mundo. En todas las fotos se puede notar la la ausencia de Filiberti, aunque en algunos casos es claro que el fotógrafo suele ser él. Es decir que prefiere estar del otro lado del lente.
Pitana nació en Posadas, Misiones, y se vino a estudiar a Buenos Aires. Habla inglés, francés e italiano y tuvo un breve paso como modelo que la llevó a ser la cara de una campaña publicitaria de la prepaga Osde Neo, disfrazada de enfermera. Las fotos que Pitana sube a su cuenta de Instagram fueron tomadas en Saint Tropez, Ibiza, Formentera, Palma de Mallorca, Cerdeña, Nueva York, Punta del Este y también en su casa en el barrio la Isla de Nordelta o en el piso de Avenida del Libertador en Capital Federal. Las fotos en Saint Tropez son siempre en la misma época del año, entre fines de julio y principios de agosto, durante el verano europeo. Las de Punta del Este son en enero y también hay imágenes de las fiestas navideñas y de Año Nuevo. Allí fue mostrando la evolución de su embarazo y el crecimiento de la pequeña hija que tuvieron ambos.