La tendencia se llama “photo dump” y todos la han visto ya en Instagram, aunque no conozcan el nombre con el que se la bautizó en los Estados Unidos. Se trata de postear un grupo de fotos, con la particularidad de que las tomas están relacionadas entre sí y describen escenas de un momento en la vida de alguien.
“Dump” alude al descarte y a esas imágenes que, cuando existían los rollos de película, jamás llegaban a plasmarse en el papel por defectuosas, poco interesantes, movidas o fuera de foco.
En la nueva tendencia de Instagram, que cosecha fanáticos entre los famosos, la gracia es justamente esa: que se difundan tomas que parecen robadas, situaciones de la vida que siempre fueron secretas.
Las celebrities aparecen con ropa de “entre casa”, rodeadas de sus familias, semi desnudas, sin maquillaje o haciendo muecas. Una construcción de la “no producción” cuyo objetivo es hacer de las estrellas algo parecido a la gente de verdad.
El “photo dump” puede ilustrar distintas escenas de un único evento, como un casamiento o un show. Pero también puede ser una reunión de fotos dispersas, que quedaron olvidadas en los teléfonos, sin que nadie las viera.
Una buena excusa para explotar aún más nuestro narcisismo y alimentar en los demás la irrefrenable pasión por espiar.