Gustavo Arnal, el director financiero y número dos de la firma minorista de decoración y hogar Bed Bath & Beyond, murió el viernes al caer desde su apartamento de un rascacielos de Nueva York. La empresa confirmó el fallecimiento del ejecutivo de 52 años nacido en Venezuela. Arnal ejercía como segundo de la compañía, que atravesaba una delicadísima situación económica. Acaba de anunciar el cierre de 150 tiendas y el despido del 20% de la plantilla.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de un suicidio, según la policía de Nueva York. Arnal cayó desde su apartamento en la icónica torre de 50 plantas del número 56 de Leonard Street, en Tribeca (Manhattan). El edificio es conocido por su peculiar estructura como la torre Jenga, en referencia al juego de bloques en el que hay que quitar piezas sin que se derrumbe la torre. Arnal cayó desde su apartamento del piso 18º. El ejecutivo no dejó ninguna nota ni le dijo nada a su mujer, que se encontraba en el apartamento en ese momento.
Arnal era licenciado en Ingeniería Mecánica por la Universidad Simón Bolívar de Caracas y tiene un máster en Finanzas por la Universidad Metropolitana. Tenía una larga y exitosa carrera en el sector de consumo. Bed Bath & Beyond lo fichó en mayo de 2020 cuando trabajaba en Avon, donde fue artífice de un favorable cambio de rumbo de la compañía de venta directa de productos de belleza. Antes de Avon, tuvo también responsabilidades ejecutivas en Walgreens y Procter & Gamble.
Bed Bath & Beyond ha estado bordeando la suspensión de pagos por sus problemas financieros, provocados primero por la pandemia y luego por los cambios de hábitos de consumo por la elevada inflación. Las noticias sobre cambios en el accionariado y sobre avances y retrocesos en las negociaciones para refinanciar la deuda han provocado violentos vaivenes en la cotización de sus títulos, que han entrado en la categoría de acciones meme, con precios más basados en modas, fiebres compradoras y sentimientos que en las cuentas de la empresa.
Una demanda colectiva
El ejecutivo fallecido era objeto de una demanda colectiva presentada el 23 de agosto que lo acusaba a él, entre otros, de fraude, uso de información privilegiada y administración desleal. La demanda asegura que infló artificialmente la cotización de las acciones de la compañía con informaciones falsas y engañosas. La cotización ha caído un 65% en el último año, hasta 8,63 dólares, pero en la primera mitad de agosto llegó a subir casi un 600%, hasta más de 30 dólares, para desplomarse de nuevo. Arnal vendió acciones de la compañía en ese pico por importe de 1,4 millones de dólares.
Bed Bath & Beyond comunicó al supervisor la presentación de la demanda y señaló: “La empresa se encuentra en las primeras fases de evaluación de la reclamación, pero basándose en los conocimientos actuales, cree que las alegaciones carecen de fundamento”.
Según la documentación registrada por la compañía en la Comisión del Mercado de Valores, en el contrato del fichaje de Arnal se incluía una indemnización en caso de muerte o incapacidad valorada entonces en más de nueve millones de dólares. Según la documentación de la última junta de accionistas, Arnal tuvo una retribución de 4,65 millones de dólares en 2020 y de 2,9 millones de dólares en 2021, de la cual buena parte eran premios en acciones.
“Deseo extender nuestras más sinceras condolencias a la familia de Gustavo. Gustavo será recordado por todos los que trabajaron con él por su liderazgo, talento y administración de nuestra compañía. Estoy orgullosa de haber sido su colega, y todos nosotros en Bed Bath & Beyond y todos los que tuvieron el placer de conocerlo lo echaremos mucho de menos”, ha señalado Harriet Edelman, presidenta independiente de la empresa, a través de un comunicado. “Nuestro enfoque es apoyar a su familia y a su equipo y nuestros pensamientos están con ellos durante este momento triste y difícil. Por favor, únanse a nosotros para respetar la privacidad de la familia”.