El pasado mes de marzo, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el fabricante nipón Nissan anunció el cese de su actividad de producción en sus instalaciones de San Petersburgo, aunque inicialmente las operaciones volverían a su cauce en el mes de septiembre. Tiempo después, el cese se extendió hasta que concluyera 2022.
Ahora hemos sabido que, finalmente, Nissan ha decidido abandonar el mercado de Rusia por completo, lo que significa que todos los activos de la marca, tanto en San Petersburgo como en Moscú, serán vendidos a una entidad pública rusa.
El Instituto Central de Investigación Científica del Automóvil y Motores de Automoción (NAMI) será quien comprará la factoría y el centro de I+D de la marca japonesa en San Petersburgo, pero también sus oficinas de ventas y marketing de la capital rusa.
En principio, bajo la nueva propiedad, estas instalaciones tendrán que cambiar de nombre y fabricar otro tipo de productos, si bien la venta no ha sido formalizada todavía. El proceso de venta deberá ser acordado en las próximas semanas, aunque Nissan ya ha declarado que sus empleados afectados recibirán una compensación equivalente a la paga de 12 meses de trabajo.
Cabe recordar que el fabricante comenzó a producir automóviles en San Petersburgo en el año 2009, sumando unas 350.000 unidades producidas del X-Trail, el Qashqai y el Murano en alrededor de una década, para principios del año 2019. Según Nissan, el impacto de esta decisión en sus cuentas supondrá un golpe extraordinario de unos 100.000 millones de yenes, es decir, unos 707 millones de euros al cambio actual.
En todo caso, Nissan se guarda el as en la manga de poder recomprar sus activos durante los próximos seis años, en caso de que la marca decida volver al mercado ruso y retomar sus operaciones antes de que concluya esta década.
La decisión es similar a la tomada por Renault, su socio en la alianza, que vendió su participación del 67,7% en Avtovaz al NAMI en el mes de mayo, operación en la que también se puso una cláusula sobre la posibilidad de recomprar los activos durante los próximos seis años y en la que la firma gala asumió también pérdidas de varios cientos de millones de euros.
"En representación de Nissan, agradezco a nuestros colegas rusos por su contribución al negocio durante muchos años. Aunque no podemos continuar operaciones en el mercado, hemos encontrado la mejor solución posible para apoyar a nuestra gente", ha declarado el presidente y CEO de Nissan, Makoto Uchida.