El cambio climático está destruyendo los medios de subsistencia de las personas. Para el año 2100, un gran número de todas las áreas se volverán “inhabitables”.
Así lo señala un interesante Mapa de las zonas inhabitables de la Tierra en 2100 que básicamente muestra el futuro debido a la emergencia climática, región por región.
Se prevé que el calor extremo, los ciclones tropicales, el aumento del nivel del mar, el estrés hídrico o una combinación de estos hagan que sea difícil o imposible vivir en las zonas señaladas en este particular mapa.
Esta representación muestra al planeta en 3D con áreas hexagonales de unos 12.000 km² en las que el color indica su estado en el futuro debido a diversos factores del cambio climático.
Además de los colores, el tamaño de las barras hexagonales indica cuántas personas viven en esas áreas. En el artículo se incluyen explicaciones sobre lo que se considera «área inhabitable» y el origen de los datos de las predicciones y la metodología.
La definición de 'inhabitable' se refiere a las condiciones naturales de vida en las áreas (calor, estrés hídrico, nivel del mar, ciclones tropicales). No se tienen en cuenta las intervenciones tecnológicas hechas por el hombre, como las estaciones de bombeo a gran escala de los océanos o el aire acondicionado.
Los cambios de población (crecimiento y migración) no se tienen en cuenta. Los números de personas afectadas en el futuro no deben entenderse como proyecciones reales, sino que pretenden proporcionar un sentido aproximado de escala basado en los recuentos de población actuales.
Las proyecciones, simulaciones y modelos climáticos utilizados en este proyecto para cada variable representada están en línea con el pronóstico de temperatura del Climate Action Tracker (CAT). Científicos del CAT están monitoreando la política climática en todo el mundo.
Según las políticas y acciones climáticas actuales, actualmente se espera un aumento de 2,7 °C en comparación con los niveles preindustriales, significativamente más que el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París. Por lo tanto, las visualizaciones muestran cómo podría verse nuestro planeta en 2100, a menos que se incrementen significativamente los esfuerzos para combatir el cambio climático.
El aumento de las olas de calor es el signo más claro del cambio climático. Los humanos pueden sobrevivir a temperaturas superiores a los 40°C, pero solo cuando el aire está seco y pueden refrescar su piel sudando. Los altos niveles de humedad arruinan este mecanismo de enfriamiento. No es posible realizar actividades normales cuando la llamada temperatura de bulbo húmedo alcanza los 32°C, y los 35°C son mortales incluso para los más sanos.
Estas combinaciones extremas de temperatura y humedad rara vez se han medido hasta ahora. Sin embargo, se espera que las olas de calor húmedo cubran áreas más grandes para 2100. Además, incluso las temperaturas de bulbo húmedo mucho más bajas pueden ser mortales, como la ola de calor europea de 2003. Las temperaturas no superaron los 28°C y aun así provocaron alrededor de 72000 muertes relacionadas con el calor.
Los lagos se están secando, las sequías amenazan la seguridad alimentaria mundial y faltan suministros de agua potable en muchos lugares.
El cambio climático está conduciendo a una paradoja: más formas de agua o precipitaciones están cayendo de nuestros cielos, mientras que esta misma fuente líquida de vida se está volviendo escasa. El aumento de los extremos climáticos es el culpable de este enigma. Las sequías son seguidas por fuertes lluvias e inundaciones. Las tierras secas no pueden absorber las masas de agua, por lo que se escurre o se evapora.
Los glaciares en retirada son otra gran amenaza para los recursos hídricos, por ejemplo, en una región donde viven 1.500 millones de personas alrededor del Himalaya. Para finales de siglo, una cuarta parte de toda la tierra del mundo estará bajo estrés hídrico extremo. En la actualidad, la mayoría de las personas afectadas viven en Asia y África. Sin embargo, para 2100, se proyecta que 147 millones de personas también estarán expuestas a estrés hídrico extremo en Europa, lo que marca uno de los mayores aumentos con más del doble de la cantidad de personas afectadas en la misma región en la actualidad (67 millones). Y estos números no tienen en cuenta el futuro crecimiento de la población.
Según este globo de pronósticos para el 2100, en España, el 61% de la población se verá afectada por alguno de los factores, principalmente por el estrés hídrico, curiosamente no por el calor del aumento de las temperaturas ni los ciclones o huracanes o por el aumento del nivel del mar, que aunque afectará al 10% de los territorios sólo llegará al 1% de los habitantes.
Este mapa es otra forma de ver a qué se refieren los científicos en sus informes, tan ignorados a veces pero tan inevitables.
Referencia:
Berliner Morgenpost. 2022. Mapping where the earth will become uninhabitable (Press Release)