La brutal "lluvia" de misiles cohetes y drones rusos que cayó sobre Ucrania estuvo al mando del general Sergei Surovikin, un comandante célebre en Rusia por su brutalidad a quien el presidente Vladimir Putin pidió hacerse cargo de la invasión. Ramzan Kadyrov, el líder pro-Putin de Chechenia, dijo que la invasión rusa estaba ahora en "manos confiables".
Conocido como el "General Armagedon", Surovikin -de 55 años- participó de numerosos conflictos en Tayikistán y Chechenia en los años 90 y estuvo a cargo de la destrucción de la ciudad siria de Alepo. El Ministerio de Defensa ruso dijo que el general fue designado "comandante de la Agrupación Conjunta de Fuerzas en las áreas de la operación militar especial", utilizando el término del Kremlin para la invasión en curso de Putin.
Como venganza por la explosión del puente de Crimea, Rusia lanzó este 10 de octubre un total de 83 misiles contra lo que afirmó eran redes militares, energéticas y de comunicaciones principalmente en Kiev, matando al menos a 12 personas e hiriendo a un centenar. Fue el bombardeo individual más grande de Rusia desde el primer día de la guerra y provocó cortes de electricidad importantes en varias regiones, en especial aquellas alejadas del frente.
Según la ONU, los bombardeos rusos del lunes contra varias ciudades en Ucrania "podrían haber violado" el derecho de la guerra y constituir crímenes de guerra si los objetivos civiles "fueron atacados intencionadamente". "Pedimos a Rusia que se abstenga de cualquier escalada" de violencia, dijo la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, en una sesión informativa de la ONU en Ginebra.
Shamdasani se mostró especialmente preocupada por los objetivos aparentemente civiles de los bombardeos, así como por la hora de gran afluencia elegida para realizarlos: "Dirigir ataques directamente contra civiles e infraestructuras civiles, que no son objetivos militares, es un crimen de guerra", afirmó.
Después del ataque, el nombre de Surovikin lideraba la lista de sospechosos que probablemente ordenaron los brutales ataques. Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo mercenario del Grupo Wagner, dijo que "es el comandante más competente del ejército ruso", según The Times. "Es el mismo oficial que sin dudarlo, después de recibir una orden, se metió en un tanque y se apresuró a salvar a su país", dijo Prigozhin.
Nacido en 1966 en la ciudad siberiana de Novosibirsk, Surovikin sirvió en la guerra de la Unión Soviética en Afganistán en los años 80 y estuvo dos veces en la cárcel después de que soldados bajo su mando mataran a manifestantes en Moscú durante el golpe de agosto de 1991, que precedió al fin de la URSS.
Una división de tanques bajo su mando rompió una línea de manifestantes en el centro de Moscú, aplastando a tres personas hasta la muerte. Pasó varios meses en prisión y luego fue liberado sin juicio cuando las autoridades dictaminaron que estaba siguiendo órdenes.
Comandando tropas en Chechenia, fue recordado por declarar su intención de matar a tres insurgentes por cada uno de sus soldados que mataron. También estuvo al mando de las tropas de Putin en Siria, lo que culminó con la concesión de la medalla más alta del Kremlin: Héroe de Rusia.
Surovikin también supervisó la destrucción de Alepo en 2016, cuando el régimen sirio de Bashar al-Assad retomó la ciudad, entonces en manos de rebeldes, con el apoyo de los ataques aéreos rusos. Más de 600 civiles murieron en lo que se considera uno de los eventos más brutales de la guerra civil siria, incluidos decenas de niños.
Los grupos de derechos humanos lo acusaron de ser cómplice del bombardeo indiscriminado, del uso de bombas de barril y de supervisar los ataques con armas químicas.
Hasta su designación al frente de la invasión de Ucrania, Surovikin diría las fuerzas del Sur, según un informe del Ministerio de Defensa de julio. "Surovikin sabe cómo luchar con bombarderos y misiles, eso es lo que hace", dijo el general Kyrylo Budanov, jefe del servicio de inteligencia militar de Ucrania.
En declaraciones a Sky News, el analista militar Forbes McKenzie, director de McKenzie Intelligence, dijo que la reputación de Surovikin es el motivo de su nombramiento: "Es visto como un héroe de la antigua República Soviética", dijo. "Ha demostrado su capacidad para librar una guerra que involucra armas nucleares, biológicas y químicas, la última de las cuales usó en Siria".
En las últimas semanas, el Kremlin ha estado haciendo ruido de sables sobre el uso de armas nucleares. McKenzie dijo ahora que Putin necesita comandantes que puedan llevar a cabo tales ataques. "Este es un hombre que ha usado armas químicas en la historia reciente, por lo que demuestra capacidad", dijo.
ds