Durante toda su vida la Reina Isabel II tuvo devoción por los caballos de carrera y dedicó mucho de su tiempo libre a la cría y competición. En el marco del Jubileo de Platino, durante las celebraciones por sus 70 años de reinado, la fallecida monarca fue homenajeada en el legendario Derby de Epsom, la famosa carrera de caballos. Tras su muerte, el Rey Carlos III fue proclamado y planea desprenderse de los caballos más preciados de su madre.
Según reveló el Daily Mail, el nuevo monarca planea vender 12 caballos de carrera que heredó de Isabel II, y los subastará en una de las casas de subastas equinas más importantes del mundo. La idea de Carlos III es seguir disminuyendo su número de animales a lo largo de los tres próximos años hasta cesar la cría de estos a escala comercial.
“El deseo es continuar con las tradiciones y conexiones con el Royal Ascot, pero no a la misma escala que la Reina Isabel II” aseguró una fuente cercana de Buckingham. Tras la subasta que el Rey planea llevar a cabo en el Tattersalls, el mismo medio aseguró que “pretende liberar a las arcas familiares del elevado gasto que supone la antigua pasión de su madre”.
Además, el diario The Sun aseguró que el Rey Carlos III estaría dispuesto también a desvincular a John Warren, el manager de carreras y amigo personal de la fallecida monarca. Al parecer, el nuevo monarca de Reino Unido planea una serie de cambios en la monarquía, con el fin de lograr un equilibrio en los costos ante la inflación que invade a la economía de su país.
Carlos III asume al trono de Reino Unido con importantes cambios para su reinado:
Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II en tierras escocesas, se procedió a realizar el traslado del féretro a la capital británica para continuar con la “Operación Puente de Londres”. Los restos de la fallecida monarca se trasladaron desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster Hall. Acompañado por sus hijos y sus hermanos, el ya proclamado Rey Carlos III encabezó el cortejo fúnebre para recorrer las calles de Londres.
El hijo de la Reina Isabel II asumió el trono de Reino Unido y ya cuenta con los primeros cambios a realizar en su reinado. Según reveló The Guardia, Carlos III le pidió a Sir Clive Anderton, quien lleva siete años como su principal ayudante de cámara, enviar una carta a todos los empleados de Clarence House para avisarles que sus actividades ya no serán necesarias.
La prensa británica se hizo eco de la noticia, señalando que el personal está muy afectado, dado que vienen cumpliendo sus funciones, sin descanso, desde el fallecimiento de la Reina Isabel II el pasado jueves 8 de septiembre. La decisión del nuevo Rey supone el cese de las actividades de 101 empleados: 31 de la oficina de secretarios personales, 12 en el departamento de comunicación, 30 entre los responsables de finanzas y 28 entre los empleados domésticos.
La desregulación laboral se llevará a cabo tras un período de consultas y supone la primera crisis de relaciones públicas de Carlos de Inglaterra como monarca. Según reveló el mismo periódico, continuarán con sus funciones “quienes dieron consejo y apoyo personal directo y cercano” a los nuevos reyes de Reino Unido.
Carlos III también decidió desplazar al marqués David Cholmondeley, el hombre que llevó más de 30 años sujetando la corona de la Reina en los actos solemnes durante la apertura del Parlamento. El marqués, amigo personal del príncipe Guillermo y Kate Middleton, llevaba el cargo de Lord Gran Chambelán, uno de los mayores cargos ceremoniales al servicio de la Corona; y ahora será reemplazado por Lord Rupert Carrington, un hombre de la misma edad que el monarca.
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