“Prepárense para el apocalipsis”. Así de directa y cruda fue la bienvenida que recibió el comisario Daniel Iglesias, líder del equipo de rescatistas argentinos apenas llegó a Hatay, una de las zonas más devastadas por el terremoto que afectó a Turquía y Siria el pasado 6 de febrero, que ya provocó la muerte de más de 41 mil personas.
Montañas de escombros de hasta cinco metros de altura, ciudades enteras destruidas, desolación, desesperación, y dolor fue el escenario que encontraron los argentinos al pisar tierra turca. “Uno puede estar preparado para afrontar situaciones de derrumbes o explosiones, pero trabajar en un territorio devastado como en el que estuvimos no tiene comparación con nada. Una experiencia que nadie de la brigada olvidará”, agregó Iglesias en su charla con PERFIL, pocas horas antes de emprender el regreso hacia la Argentina.
El oficial de la Brigada Especial Federal de Rescate (Befer) de la Policía Federal Argentina (PFA), está al frente de la la Brigada USAR Argentina 12 (Urban Search and Rescue según la sigla internacional), que conformaron 28 efectivos calificados en materia de búsqueda técnica, búsqueda canina, asistencia médica, materiales peligrosos, e ingeniería estructural, que viajaron a Turquía junto a cuatro efectivos de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria - Cascos Blancos (Aciah).
Como se recordará, el equipo argentino llegó el 9 de febrero y luego de una semana de trabajar en el epicentro del terremoto retornarán al país a mediados de la semana próxima. “Estuvimos en ese territorio devastado desde el sábado pasado hasta este sábado (por ayer). En este tipo de misiones los equipos de rescate trabajan siete días, después la búsqueda queda en manos de las autoridades locales”, explicó el responsable del equipo argentino.
Respecto a las tareas desarrolladas, Iglesias contó que las jornadas comenzaban a las 7 mañana, y luego del desayuno, las autoridades turcas distribuían las zonas que las brigadas de los distintos países intervinientes tenían que recorrer. “Primero nos enviaron a zonas más alejadas, pero después pedimos ir a áreas más cercanas al epicentro del terremoto. Ahí tuvimos el orgullo de haber rescatado a los tres sobrevivientes el miércoles pasado. Cuando los rescatamos nos abrazábamos, lloramos y vinieron de otras brigadas a felicitarnos. Fue una alegría inmensa haber rescatado con vida a esa familia, una situación que levantó el ánimo a nuestro equipo. Fuimos la única brigada en rescatar personas vivas ese día”, contó Iglesias, sin ocultar su emoción por lo hecho.
Respecto de este trabajo puntual, Iglesias contó: “Apenas nos indicaron el lugar en el que podría haber personas con vida, primero se hizo el desescombramiento y luego el ingeniero estructural evaluó si podían ingresar los rescatistas. Una vez autorizados, primero entraron los perros, Akira e Indio, que por su olfato detectaron a las personas vivas y luego entraron los rescatistas y pudimos sacarlos”, completó el oficial de la PFA.
Pero también viveron momentos duros. Sobre todo en la entrega de cuerpos sin vida de menores. “Más allá del dolor, vivimos situaciones ásperas con algunos familiares. Se quedaban junto a los escombros y nos pedían que entremos, que no dejemos de buscar. Cuando nos teníamos que ir del lugar, porque ya no había más nada por hacer, no lo entendían y no querían que nos fuéramos. Fueron situaciones fuertes, que gracias a la comprensión de las personas pudimos resolver”, explicó, por último, Iglesias, antes de emprender el retorno a la Argentina.
Hora tras hora crece de manera exponencial la cantidad de personas afectadas por los terremotos y el número de víctimas fatales.
Entre los afectados en Siria hay familias que ya se encontraban desplazadas de sus hogares a causa de la crisis que sufre el país, viviendo en tiendas, refugios precarios y edificios en ruinas.
En Turquía, hay miles de refugiados sirios entre las personas damnificadas por el desastre, así como las comunidades que los acogen desde hace 12 años.
Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, trabaja sobre el terreno proporcionando artículos de primera necesidad, como mantas térmicas, colchones y materiales de ayuda humanitaria.
Para quienes deseen ayudar desde Argentina pueden hacerlo desde www.fundacionacnur.org