Los hijos de la cúpula gobernante se pasaron una semana de juerga en Los Roques con prostitutas traídas de España. Casi todos terminaron contagiados.
La semana del 11 de marzo, un amplio grupo de la oligarquía política venezolana, hijos de la clase gobernante de la tiranía chavista de Nicolás Maduro, realizaron una megafiesta de siete días en Los Roques, una isla paradisiaca del Caribe que escapa a las sanciones que Estados Unidos mantiene con la dictadura venezolana.
Según cuenta la información, antes de que se cancelaran los vuelos desde España, montaron a varias prostitutas venezolanas que ejercen en Madrid y Londres con destino a Los Roques para que “amenizaran” la fiesta. Lo que no sabían es que además de las drogas y el alcohol, la fiesta les iba a proporcionar un contagio inesperado de coronavirus.
El propio Nicolás Maduro justificó la fiesta tras destaparse el escándalo: “prácticamente todas las personas que estuvieron en la fiesta están dando positivo”, decía el tirano en una entrevista telefónica en la cadena de televisión venezolana VTV. Según dijo, “no se podía criticar la fiesta porque eran jóvenes y no tenían ni idea de que iban a contagiarse”. “¿Quién va a criticar una fiesta? No sabían que estaban enfermos”, dijo Maduro.
Según Associated Press, prácticamente todos los asistentes terminaron contrayendo la el virus. La fiesta habría sido organizada por varios hombres de negocios vinculados a de Maduro.
Esta información ha indignado en Venezuela ya que insiste en el tren de vida de los hijos de la cúpula de un régimen que mantiene en la miseria a la población y que ha obligado a huir del país a cerca de 5 millones de venezolanos. En Venezuela sólo se han reportado unos pocos de casos, pero se teme que de crecer los contagios, cause estragos en un país donde los hospitales no tienen, en muchos casos, suministro sanitario ni agua corriente.
Según esta información, entre los juerguistas estaba Jesús Amoroso, hijo de uno de los principales funcionarios anticorrupción del régimen y que ha sido sancionado por el departamento del Tesoro norteamericano. Precisamente, Amoroso lejos de avergonzarse, una vez destapado el escándalo y los positivos por Covid-19 entre los asistentes, publicó una fotografía en Instagram en la que decía: “Chúpenla chismosos”.