Se trata del abogado Facundo Monzo, denunciado por un inversor que llegó a Salta a fines de 2011 con una suma de 800 mil dólares para realizar operaciones inmobiliarias, pero perdió todo al confiar en el letrado condenado, quien se quedó con todo el dinero.
Pese a la condena de cuatro años de prisión efectiva, Facundo Monzo, quien al momento de los hechos era funcionario nacional, seguirá en libertad hasta que la pena quede firme, pues fue beneficiado por la Justicia previamente con la libertad provisoria.
La fiscala de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Ana Inés Salinas Odorisio, representó al Ministerio Público Fiscal en el juicio en el que solicitó la condena al exfuncionario del Ministerio de Trabajo de la Nación, Facundo Monzo y la absolución por el beneficio de la duda de su madre, Rosa Olmos.
Lesiones y estafa
El abogado fue condenado por los delitos de lesiones leves y estafa en perjuicio de Ezequiel Llauro, mientras que su madre fue absuelta por el beneficio de la duda. Las penas impuestas por los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio, Javier Araníbar (presidente), Federico Javier Armiñana Dohorman y Fernando Martín Pérez (vocales), son las que había solicitado la fiscalía, durante la audiencia de debate. Además, se hizo lugar al pedido de Llauro para que lleve adelante la acción civil que le permitiría la restitución del dinero.
En 2012, Llauro radicó una denuncia por estafa en contra del abogado y entonces funcionario de la Agencia Territorial local del Ministerio de Trabajo de la Nación, Facundo Monzo, en la que aseguró que, mediante engaños, se había quedado con 800 mil dólares que le pertenecían y que estaban destinados a una operación inmobiliaria.
Sin nada
De acuerdo al relato de la víctima, a fines de 2011 llegó a Salta con 800 mil dólares –producto de la venta de unas propiedades- con la idea de realizar operaciones inmobiliarias. Un conocido le presentó a Monzo y, de a poco, la relación se fue haciendo más cercana a tal punto que hasta había sido invitado a comer a la casa de la madre del abogado, Rosa Olmos. Allí, y en base a la confianza que les tenía, aceptó realizar una operación inmobiliaria.
Como Llauro debía viajar a Buenos Aires y, para evitar que anduviera con el dinero a cuestas, Llauro contó que Monzo le ofreció que le dejara el dinero como depósito en custodia en una caja fuerte del Ministerio de Trabajo de la Nación. Así lo hizo, pero al regresar a Salta, Monzo se encontraba de viaje en el exterior.
Desesperado por recuperar su dinero, Llauro intentó contactar infructuosamente en numerosas oportunidades al funcionario del Ministerio de Trabajo. Por ello, se dirigió al domicilio de Monzo, pero Olmos le dijo que su hijo no se encontraba allí. Llauro no se movió de la puerta hasta que lo vio salir de la casa en un remis y comenzó una persecución que terminó en avenida Arenales, con los hombres enfrentados. Como consecuencia, Llauro terminó hospitalizado con una fractura de cadera y politraumatismos.
Fuente: Nuevo Diario de salta