"Es incompatible ser ministro de Economía y candidato a Presidente", aseveró ante los presentes. El centro en la unidad, las charlas con Máximo, CFK y el juego con los gobernadores.
Promediando el asado político en Merlo, donde el casi todo el Frente de Todos acordó anoche cerrar filas en búsqueda de la unidad para encarar la campaña, el ministro de Economía, Sergio Massa, dio una fuerte definición política ante especulaciones varias sobre su intención de jugar en las presidenciales. "Es incompatible ser ministro de Economía y candidato a presidente", aseguró en la mesa, según contaron a Página I12 varios de los presentes. Fue, más que un anuncio, parte de una charla de prioridades en el frente de Gobierno, en el que todos coinciden hoy manda la necesidad de unidad para encarar un mano a mano con el macrismo, al que observan disperso y con ideas poco claras.
"Hablar de candidaturas en la primera reunión no tiene sentido, nadie está pensando en eso hoy", dijo a este diario otro de los dirigentes presentes en la comida en la que se charló mucho de la provincia de Buenos Aires y esa elección, y de la que fueron parte, entre otros, Maximo Kirchner, el gobernador Axel Kicillof, el ministro del Interior Wado de Pedro, intendentes camporistas como la quilmeña Mayra Mendoza y ministros nacionales, entre ellos el de Obras, Gabriel Katopodis. Desde los más cercanos a la vice admitieron que fue una reunión "de muy buena sintonía en la que no quedó afuera ningún sector" y en la que se trabajó para delinar los desafíos 2023.
En ese escenario, la definición de Massa que es una novedad para la esfera pública, lejos está de serlo para los que compartieron mesa en Merlo, en la Estancia La Colonial. Casi todos los presentes conocían esa posición de antemano y saben que Massa, hoy totalmente alineado con el espacio, busca que la prioridad sea la gestión. A tales fines, marca una diferencia incluso con el Massa de antaño: cuentan los que lo conocen que tiene una apertura mayor a dirimir diferencias políticas y económicas, y que la sintonía con el kirchnerismo "está en su mejor momento". En parte, el eje de poder del Frente de Todos tiene en ese nexo, que la mayoría vislumbraba conflictivo, su punto más alto y sólido. Allí hay un dato clave: cerca de CFK le reconocen a Massa haber dejado el lugar de comodidad de la silla de presidencia de la Cámara de Diputados para "agarrar un fierro caliente" en el Ministerio de Economía. "Está haciendo las cosas bastante bien dentro del lio de herencia y deuda que nos dejó el macrismo", sintetizan.
Lo más probable es que, en este contexto, Massa empiece a mostrar más la película que empezó cuando sucedió a Martín Guzmán que perseguir con obsesión números concretos, como el caso de la inflación. Se verá, entonces, una exposición más clara del sendero de estabilización y de la fortaleza política que logró como ministro sobre la base de los diálogos con el Presidente Alberto Fernández y con las otras patas de Todos.
"Sergio habla casi todos los días con Máximo y con Cristina", contaron los que siguen la relación. Admiten que los tres están pensando en la unidad, recrear el federalismo con los gobernadores sentados a la mesa y en buscar recrear las mayorías completas para ganar las elecciones presidenciales. En la provincia de Buenos Aires, en tanto, habrá campaña fuerte y mantienen una expectativa "muy positiva" para buscar la reelección de Kicillof.
Respecto al rol de los gobernadores, Massa será punta de lanza, junto a De Pedro, de volver a sentarlos a la mesa política. El primer paso lo dio el ministro de Economía, que acaba de recibir al gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y hará lo propio con el pampeano Sergio Zillotto. "Hay que fortalecer a las provincias y el esquema federal", aseguran.
Para los presentes en Merlo, el Frente de Todos está "muy competitivo" y nadie se anima a decir que hará CFK, aunque todos coinciden en que es el polo más fuerte de atracción de votos y que no es lo mismo que esté en la boleta a que no esté. Sobre la oposición, en tanto, los observan dispersos, sin liderazgo y ninguna discusión de modelo sino más bien lo contrario: el consenso de una política contractiva, centrada en la especulación y la destrucción del tejido productivo y social. Además, algunos cerraron el encuentro citando que "nosotros discutimos en público y ellos se tiran con cosas muy pesadas". La referencia es para los dichos de la ex funcionaria de Patricia Bullrich en Seguridad, Florencia Arietto, haciendo cargo a su ex jefe de la muerte de militantes sociales. Los más pícaros, le atribuyen la movida a las artes influyentes del jefe de gobierno y principal rival de Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta.