El cineasta y piloto de avión Enrique Piñeyro cuestionó la maniobra realizada con el nuevo avión presidencial el último 25 de mayo y dijo que no es la primera vez que los aviadores incurren en un comportamiento de este tipo. Además, insinuó que el próximo comunicado que publiquen podría ser escrito por sus familiares si ejecutaran un movimiento de similares características y culminara en una tragedia.
“Las pasadas se hacen y los pilotos las disfrutamos mucho. Pero deben respetarse muchas condiciones para que no se transformen en maniobras muy peligrosas como esta”, planteó el multifacético empresario en el primero de los tweets en los cuales habló sobre el hecho ocurrido en el aeroparque Jorge Newbery.
Luego sostuvo que un primer ítem que se debe cumplir es el de tener una meteorología óptima. “No era este el caso, la meteorología estaba muy complicada. Tormentas, lluvia y aviones desviándose para evitar zonas de turbulencia”, tuiteó. “Mucha experiencia de los pilotos en el tipo de avión. No era el caso, era el primer vuelo que hacían en ese avión. De hecho se les concede a los capitanes en su vuelo de despedida antes de jubilarse”, explicó Piñeyro.
En el video que se conoció la última semana, se observa al Boeing 757-256 conocido como Arg-01 realizar un vuelo rasante que terminó siendo reconocido como temerario por diversos expertos, incluso con la negativa del control de mando.
Piñeyro explicó que además del clima y la experiencia de los aviadores se deben realizar ensayos en un simulador porque “el avión llega desconfigurado a muy baja altura, eso puede hacer sonar alarmas y confundir a la computadora, como paso en el accidente de Air France en Habsheim”.
“Para salir de la pasada se gana altura y luego se procede al viraje. Estos pilotos hicieron todo lo contrario. Viraron primero y luego ascendieron. El riesgo es tocar el piso u obstáculos porque son aviones con mucha envergadura de ala. El 757 tiene 38 metros entre punteras de ala”, detalló. También agregó que la decisión de hacer “pasar” el avión se debe pactar previamente con el control.
El Gobierno sostuvo que los pilotos del avión presidencial "acataron todo lo que dijo la Torre"
“Se trata de generar la menor disrupción posible a los colegas que están volando y la menor carga de trabajo posible a los controladores de tránsito aéreo. No hicieron nada de todo esto: eran insistentes con pedidos absurdos. No les importó en lo más mínimo las demoras que le generaron a otros aviones”, criticó el piloto. También agregó que una aeronave de Aerolíneas Argentinas debió “ascender y volar en circuito de espera” mientras cargaba con pasajeros.
Desde su perspectiva, lo más grave fue que “descendieron debajo de la altura que les había asignado la controladora luego de solicitarle descenso 2 veces seguidas de manera muy insistente”.
“Estuvieron a punto de provocar una catástrofe por partida doble. Primero, porque al descender a 2300 pies, podrían haber colisionado con cualquier tráfico que estuviera operando en San Fernando”. Luego agregó que el Boeing 757 es uno de los aviones que “más estela turbulenta deja detrás de si y los aviones más pequeños que operan en SF son particularmente vulnerables a ella”. Piñeyro dijo que esta acción ya ha generado incidentes.
Con una polémica maniobra, el nuevo avión presidencial ARG-01 ya aterrizó en Buenos Aires
“Son los mismos pilotos que hicieron ese aterrizaje muy peligroso en Aeroparque con el 737 de presidencia. Ya van dos. Si cada vez que aterrizan tienen que sacar un comunicado explicando lo que hicieron, puede que la tercera en vez de sacar ellos un comunicado, sean sus familiares y amigos los que publiquen un aviso”, sentenció.
Qué decían los audios que se conocieron de los pilotos del avión presidencial
El piloto Leonardo Barone dio aviso de que tenía autorización para descender pero un controlador le indicó que no lo haga porque había otros vuelos con prioridad. “No, usted está ahora en Baires (Torre de control de Ezeiza) y tiene cuatro tránsitos que lo preceden y (fueron) desviados por meteorología. Mantenga nivel de vuelo 100″, le ordenaron.
También le piden que mantenga la nave a 3.000 pies, además de que deje liberado el espacio aéreo. “Ah, entendí que era libre descenso. Lo vamos manteniendo… 2300 pies”. Esta respuesta fue clave, en uno de los tantos argumentos que dio Enrique Piñeyro, para cuestionar la maniobra. “Yo nunca le dí libre descenso”, le dijeron a los pilotos desde el control. “Perdón. Estamos a 3.000 pies. Liberado 3.000 pies”, cierra Barone.
El comunicado de los pilotos luego de las críticas
Los comandantes Barone y Juan Pablo Pinto, quienes pusieron a volar el nuevo avión presidencial que llegó desde Miami, explicaron luego de la polémica: “En vuelo de Traslado de la Aeronave Matrícula ARG-01 desde EEUU a la República Argentina, previo al aterrizaje se solicita Permiso al Control de Aeroparque Torre, el sobrevuelo por el Eje de Pista como recepción de la Aeronave Incorporada a la Flota Aérea”.
Y ahondaron: “Tal pasaje fue autorizado por el control siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una Aeronave o cuando se Retira un Comandante. Estos pasajes son autorizados realizándose por el eje de pista, sin sobrevolar obstáculos”.