El Desembarco de Normandía fue una operación militar naval llevada a cabo por los Aliados el 6 de junio de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial.
En este desembarco se enfrentaron dos grandes bandos:
Los Aliados: integrados por fuerzas de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Australia, Nueva Zelanda y pequeños contingentes de otros países. El comandante de la operación fue el general estadounidense Dwight Eisenhower.
La Alemania nazi: liderada por Adolf Hitler, quien estableció en el terreno al Grupo de Ejércitos B, comandado por el mariscal de campo Erwin Rommel. La operación naval tuvo como objetivo principal abrir un segundo frente de combate en Europa Occidental y liberar el territorio francés, que desde 1940 estaba ocupado por los alemanes.
Este desembarco, conocido popularmente como “Día D”, es considerado el más grande de toda la historia militar. Los militares aliados lo llamaron “Operación Neptuno” u “Operación Overlord”.
Tras arduos combates, las fuerzas aliadas lograron establecer una cabeza de playa en las costas de Normandía y avanzar desde allí hacia el este y el sur.
La derrota debilitó a los alemanes, que se retiraron hacia el este y dejaron desprotegida a París, que poco después fue recuperada por los Aliados.
Antecedentes del Desembarco de Normandía
Luego del fin de la batalla de Inglaterra, en 1940, el primer ministro británico, Winston Churchill, llegó a la conclusión de que la única manera de derrotar a los alemanes era luchar contra ellos en suelo francés. Para lograrlo, Churchill creó unidades de combate que fueran capaces de efectuar desembarcos en puntos sensibles del frente enemigo.
Mientras se organizaban esos comandos de asalto tuvo lugar el ataque a Pearl Harbor, llevado a cabo por los japoneses el 7 de diciembre de 1941. A partir de entonces los Estados Unidos se sumaron a la guerra y comenzaron a suministrar tanques, aviones, armas, municiones y combustible tanto a las fuerzas británicas como a las soviéticas.
Poco después, se conformó una comandancia conjunta aliada que a mediados de 1942 planificó un desembarco anfibio para probar la cadena de fortificaciones costeras alemanas llamadas Muro del Atlántico. Esa operación naval tuvo lugar en Dieppe, en el mes de agosto, y fue encabezada por tropas británicas y canadienses. Debido a fallas en la coordinación de las comunicaciones, los soldados aliados desembarcaron sin cobertura aérea ni de artillería, por lo que quedaron totalmente expuestos al fuego enemigo y fueron masacrados.
A pesar del fracaso, los generales aliados aprovecharon la operación para analizar los movimientos de las fuerzas defensivas alemanas. La información recogida en Dieppe fue de vital información para preparar un gran desembarco a través del Canal de la Mancha. Esta operación naval se planificó para 1943, pero luego de la Conferencia de Casablanca, Churchill y el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt decidieron postergarla para mediados de 1944.
Mientras tanto, se decidió penetrar en Europa desde el norte de África a través de un desembarco en Sicilia, que tuvo lugar entre julio y agosto de 1943. Tras la conquista de la isla, entre el 3 y el 16 de septiembre se realizaron desembarcos simultáneos en Tarento, Salerno y Regio de Calabria.
El lugar y la fecha en la que tendría lugar la irrupción en Francia fue uno de los temas centrales de la Conferencia de Teherán, que tuvo lugar entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 1943. En la capital de Irán, Churchill, Roosevelt y el líder soviético Iósif Stalin acordaron que el desembarco tendría lugar en mayo-junio de 1944.
Para planificar el Día D, los comandantes aliados tomaron en cuenta la experiencia acumulada en los desembarcos realizados en Dieppe, Sicilia, Tarento, Salerno y Calabria, que fueron importantes antecedentes del desembarco realizado en Normandía
Causas y consecuencias del Desembarco de Normandía
La ocupación de Francia por la Alemania nazi en 1940.
La convicción de Churchill de que Alemania no podía ser derrotada si no se combatía en suelo francés.
El apoyo a la postura de Churchill por parte de Charles de Gaulle, que encabezaba el gobierno de la Francia Libre en el exilio.
Las presiones de Stalin, que en la Conferencia de Teherán exigió a los Aliados la apertura de un segundo frente bélico en Europa Occidental, para aliviar la presión de las fuerzas germanas sobre las tropas de la Unión Soviética.
Entre las consecuencias del Desembarco de Normandía, se destacan las siguientes:
Los Aliados desalojaron a las fuerzas alemanas de Normandía y se dispersaron luego por todo el norte de Francia.
La liberación de París, en el mes de agosto, tras la huida de las tropas alemanas, que se replegaron hacia el este.
El declive de Alemania, que a partir de entonces se desangró combatiendo simultáneamente en tres frentes: Francia, Italia y la Unión Soviética. Esto la obligó a dividir sus fuerzas y a no tener el poder de fuego suficiente para poder contener todos los ataques, en especial, los de los soviéticos, que iniciaron una marcha imparable hacia Berlín.
Importancia del Desembarco de Normandía
Con el Desembarco de Normandía, los Aliados demostraron un gran poderío militar y capacidad de cooperación estratégica. En los hechos, lograron hacer retroceder a las tropas de Alemania y comenzaron a recuperar gran cantidad de territorios en Europa Occidental, elevando así la moral de sus tropas.
Alemania, en cambio, quedó profundamente debilitada y a partir de entonces ya no tuvo más remedio que emprender una guerra defensiva. Para los alemanes, el Día D marcó entonces el comienzo del fin de la Segunda Guerra Mundial.