Mientras sus fabricantes los publicitan como una opción más saludable a los cigarrillos tradicionales, ya se reportaron siete decesos vinculados con su uso en Estados Unidos. Aseguran que el creciente número de usuarios jóvenes de productos de vapeo constituye una crisis de salud pública. En nuestro país están prohibidos pero se venden libremente en negocios y en la web.
Ya son siete las muertes que se atribuyeron en Estados Unidos al uso de cigarrillos electrónicos, mientras un informe dado a conocer el jueves último alerta sobre la existencia de 530 casos de una misteriosa enfermedad respiratoria vinculada con el vapeo en ese mismo país. También en Canadá las autoridades sanitarias reportaron hace pocos días que un adolescente se convirtió en la primera persona en ese país en contraer una grave enfermedad pulmonar tras consumir cigarrillos electrónicos.
Respecto de los casos de la rara enfermedad respiratoria, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) inició una investigación sobre el uso de los cigarrillos electrónicos paralela a la de salud pública estadounidense, liderada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés).
Si bien por ahora se desconoce la causa de esta desconocida enfermedad respiratoria, los casos reportados tenían como antecedente el uso de cigarrillo electrónico o de vapeo.
Los datos iniciales mostraban que muchas personas tenían un historial de uso cigarrillo electrónico con productos como el tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo de la marihuana. Otra dijeron haber usado tanto nicotina como THC, unas solo nicotina, mientras que algunas admitieron haber recurrido al mercado negro o a productos ilícitos del THC.
Expertos de la industria de la marihuana han advertido que en el mercado negro se emplean sustancias para espesar el aceite de THC, entre ellas un derivado conocido como acetato de vitamina E. Sin embargo, los investigadores no identificaron algún producto o sustancia como responsable subyacente de la enfermedad, aunque sospechan de alguna forma de exposición química.
En tanto, un estudio publicado el lunes último en la revista "JAMA Internal Medicine", advirtió el lunes último que los cigarrillos electrónicos contienen un compuesto químico que puede causar cáncer y que se prohibió como aditivo de los alimentos en 2018 en Estados Unidos.
El ingrediente, llamado pulegona, "está presente en extractos de aceite preparados de menta y sus variedades como hierbabuena y menta poleo", señaló el investigador por Sairam Jabba, del departamento de Anestesiología en la Facultad de Medicina Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
"La pulegona es un carcinógeno que causa cáncer hepático, metaplasia pulmonar y otros neoplasmas en los roedores que reciben administración oral", añadió el artículo.
Estudios recientes realizados por los CDC detectaron cantidades sustanciales de pulegona en los cigarrillos electrónicos que se venden con sabores de menta y mentol y en los llamados "productos de tabaco sin humo".
Sin embargo, la FDA no dictó aún regulaciones acerca de la presencia de este compuesto químico en los cigarrillos electrónicos y tabacos de mascar que sus fabricantes promueven como alternativa más saludable para los cigarrillos comunes.
Ya son dos los estados -Nueva York y Michigan- que decidieron prohibir la venta de cigarrillos electrónicos con sabores artificiales, al entender que las empresas de vapeo están usando deliberadamente sabores como el chicle, y otros dulces para enganchar a los jóvenes en el hábito de consumo de cigarrillos electrónicos.
"El alarmantemente alto número de jóvenes en Nueva York que están usando productos de vapeo es nada menos que una crisis de salud pública. Estas regulaciones son parte de muchos pasos cruciales que estamos tomando para combatir esta tendencia perturbadora", señaló el director del Departamento de Salud neoyorquino, Howard Zucker.
ALERTAS LOCALES.
A pesar de que en la Argentina la comercialización de cigarrillos electrónicos está prohibida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), se venden libremente en negocios y en Internet. Además, hay foros donde se intercambia información sobre los bares, restoranes y espacios "vape friendly".
Los datos de la "4» Encuesta Nacional de Factores de Riesgo" pusieron de manifiesto que el 1,1% de la población argentina consumió cigarrillo electrónico alguna vez en su vida. "Este dato significa mucho más que una cifra: por primera vez en Argentina se contempló al cigarrillo electrónico como un factor de riesgo, al igual que la hipertensión arterial, el sedentarismo, el tabaco, el sobrepeso, la obesidad, entre otros", advirtieron los doctores José Toscano Quilon y Carlos González Malla, de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
"Las empresas fabricantes de los cigarrillos electrónicos despliegan las más amplias estrategias para llegar a su público objetivo: una de ellas es contratar influencers para que realicen promoción de sus productos en las distintas redes sociales", apuntaron Toscano Quilon y González Malla, quienes indicaron que los negociados llegan hasta las más altas esferas del poder y "en muchos estados de Estados Unidos han llegado a negociar con los representantes de la misma manera que sucedió en su momento con el cigarrillo industrial".
Los profesionales de la FCA destacaron que el "repuesto" del cigarrillo electrónico más vendido en Estados Unidos tiene la misma cantidad de nicotina que un paquete de cigarrillos industriales. Estos dispositivos son capaces de liberarla mucho más rápidamente, lográndose un pico precoz de la nicotina en el organismo.
El vapeo en jóvenes se está convirtiendo en un problema de salud mental y está siendo analizado por especialistas psiquiátricos, dijeron Toscano Quilon y González Malla. "En la Universidad del Sur de California los especialistas hablan de cambios adictivos y de alteraciones en el funcionamiento cerebral.
El cerebro del adolescente es mucho más vulnerable a los efectos adictivos de la nicotina. Los circuitos del placer y la búsqueda de nuevas experiencias se desarrollan más rápidamente que los circuitos que promueven las decisiones, el control de los impulsos y el pensamiento racional", resumieron.
Por su parte, desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) -que nuclea a neumonólogos y profesionales de la salud respiratoria de todo el país- consideraron fundamental advertir a la población sobre el riesgo del uso de cigarrillos electrónicos, tras los casos de muerte y afección respiratoria registrados en Estados Unidos.
"Alertamos a la comunidad médica a estar atentos e interrogar sobre el uso de estos dispositivos en pacientes con estos síntomas respiratorios, sobre todo en adolescentes", expresaron en un comunicado.
"Instamos a la ANMAT y las autoridades correspondientes a ser enérgicos en la prohibición vigente de venta y publicidad de estos productos. Y al público en general, que considere que todo lo que se le ofrece ingresa como contrabando", añadieron desde la AAMR.
AIRE LIMPIO.
El cigarrillo electrónico (también conocido como vaporizador, vapeador o su nombre en inglés e-cigarette) consta de un recipiente en forma de cigarrillo o similar, una batería interior para generar calor y una carga con una solución líquida que al calentarse produce un vapor que vehiculiza diferentes sustancias para ser inhaladas (vapear).
La solución líquida está compuesta por nicotina, saborizantes y otros productos químicos, que al calentarse no sólo generan aerosoles de nicotina sino otros químicos que resultan tóxicos (carcinógenos) para la salud.
"Del análisis de diferentes estudios se observa que los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina permiten también la inhalación de otras sustancias (saborizantes, cocaína, drogas sintéticas y derivados de cannabis, entre otras) que además del poder adictivo, suman nuevas toxicidades potenciales", precisaron los especialistas de la AAMR.
Como contrapartida, hicieron hincapié en que la salud respiratoria demanda respirar aire limpio. "La inhalación directa o de segunda mano de humo y/o aerosoles generados por dispositivos electrónicos de liberación de nicotina u otros dispositivos representa una amenaza a la salud respiratoria", resaltaron, al tiempo que insistieron en que todas las estructuras que componen el aparato respiratorio están hechas y perfectamente dispuestas para cumplir con una de las principales necesidades que tenemos los seres humanos: la respiración del aire limpio y oxigenado. Sin ella la vida no sería posible.
"Las sociedades de profesionales comprometidas con una respiración sana, alertamos a la población general que evite la utilización de cualquier tipo de dispositivo que le facilite la inhalación de sustancias extrañas cuya seguridad no haya sido comprobada científicamente", finalizaron desde la AAMR.