Fortalecido luego del resultado electoral, el ministro de Economía, Sergio Massa, no les dio margen a las empresas y les marcó la cancha para que no aumenten los precios más de 5%+5% en los dos últimos meses del año.
Massa sabe que la inflación es el punto más débil de su gestión y, antes de sentarse a negociar con los productores las nuevas condiciones del programa “Precios Justos” para los próximos 60 días, la Secretaría de Comercio publicó una resolución en la que prorrogó los beneficios impositivos y de acceso al mercado de cambios que obtienen las firmas que adhieren al esquema.
Con un respaldo electoral inesperado, con esta movida envió una clara señal de que no habrá mayores concesiones y que las góndolas no pueden desmadrarse.
Las empresas aún están procesando el nuevo cuadro de situación, dado que la mayoría había proyectado otro escenario, con un Massa más débil y sin grandes posibilidades de imponer su criterio luego del 22 de octubre.
Ahora del otro lado de la mesa se sienta el posible futuro presidente por cuatro años, con posibilidad de otros cuatro, y la estrategia deberá cambiar.
Durante los últimos tres meses, “Precios Justos” admitió aumentos de 5% en los productos que integran la nómina, que derivaba en un incremento trimestral de 15,7%. La inflación general en el mismo período es de 30%. Si extendemos la ecuación hasta el 31 de diciembre el desfasaje puede ser superior a los 20 puntos.
Los beneficios que renovó Massa incluye la reducción a 0% de las retenciones para exportaciones que realicen estas empresas. Además, quienes adhieran a los acuerdos tendrán créditos a tasa subsidiada y prórrogas en vencimientos de IVA y cargas patronales. Asimismo, se les concede un tratamiento especial de acceso a dólares oficiales para importaciones.
En las reuniones que se iniciaron hoy en la Secretaría de Comercio se les informó a las empresas que el programa seguirá con aumentos autorizados de 5% en noviembre y diciembre y al mismo tiempo se les exigió un abastecimiento pleno.
Los principales sectores involucrados en esta etapa son los productores de bienes de consumo masivo, línea blanca, electrodomésticos, calzado e indumentaria.
Los empresarios saben que no hay margen de maniobra y en la mayoría de los casos eligieron el silencio. Según las cifras oficiales, hay 340 empresas inscriptas en “Precios Justos” y ante el nuevo escenario político en el gobierno confían en que “más de una vendrá a tocar la puerta”.
A escasos seis días del balotaje, Massa deberá enfrentarse a la difusión de la inflación de octubre. El lunes 13 de noviembre el Indec tiene agendada la comunicación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de este mes.
Al momento, las consultoras estiman que existe una desaceleración con relación a septiembre y agosto, pero aún en valores de dos dígitos.
Massa confía en que perforará el 10%, lo cual le permitirá exhibir una caída en el ritmo de la inflación y seguir adjudicándole lo sucedido en los meses anteriores a “la devaluación impuesta por el FMI”.
Dólar debajo de $1.000
Otro aliado inesperado para amortiguar la suba de precios de cara al balotaje es el dólar. El pánico preelectoral había llevado la cotización informal a los $ 1.200, al Contado con Liquidación (CCL) por encima de los $ 1.100 y al MEP por sobre los $ 900.
La performance oficial del domingo limó la propuesta de dolarización y el billete se desplomó. El blue perforó los $ 1.000 y cerró en $ 980, mientras que el MEP cayó a $ 865 y el CCL a $ 870,62.
Si bien esta dinámica no se traslada a los precios, lo que garantiza de mínima es que no habrá una tracción al alza por cobertura.
Advertencia
Sobre el escenario de precios en la Argentina, el director financiero mundial de Carrefour, Matthieu Malige, advirtió que la “dinámica hiperinflacionaria en la Argentina se está acelerando” y que en este contexto “el poder adquisitivo de los consumidores está bajo presión”. Malige se pronunció de este modo al presentar el balante trimestral de la compañía a nivel global.
Localmente los supermercadistas eligieron el silencio sobre la situación que se les plantea ante la renovación de “Precios Justos”. Repite el latiguillo habitual de que “no son formadores de precios” y reclaman por un abastecimiento normal, pero al mismo tiempo recelan de flexibilizar condiciones de compras que en muchos casos frenan la entrada de nuevas compañías en el menú de ofertas.
En ese sentido, la Ley de Góndolas que se había sancionado con ese espíritu no está ofreciendo los resultados buscados.
De: Roberto Pico