Alberto Fernández sigue apoyándose en Santiago Cafiero como su hombre de consulta diaria pese a haberlo corrido de la Jefatura de Gabinete y toma distancia del tucumano Juan Manzur.
El presidente almuerza varias veces por semana con el canciller, que ya hizo ruido en la coalición de gobierno por mantener una agenda pública paralela a las funciones típicas del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Si bien de la gestión y de convocar a los ministros se encarga Manzur, Cafiero sigue manteniendo encuentros privados con funcionarios del ala albertista.
Pero lo más importante es que sigue siendo el funcionario de mayor confianza del presidente, que lo consulta por temas políticos y de la gestión, ajenos a las cuestiones internacionales. Alberto no tiene ni por asomo un trato similar con Manzur, a quien le recela por el protagonismo que tomó al desembarcar en el Gobierno. "Nos hizo quedar como vagos", comentan enojados tanto desde el entorno del Presidente como de Cafiero.
El regreso de Cafiero a la centralidad de la política del Presidente se confirmó este martes cuando su mano derecha Cecilia Todesca, fue la vocera de la reunión del gabinete económico, como en las épocas que era la segunda de la Jefatura de Gabinete.
En efecto, a poco de asumir, Manzur convocó a todos los ministros a una reunión de gabinete a las ocho de la mañana, un horario destemplado para las rutinas mas relajadas del Presidente.
Este martes se dio una situación que confirma la preponderancia de Cafiero en el gabinete. Su mano derecha, Cecilia Todesca, fue quien dio la conferencia de prensa en Casa Rosada luego de la reunión del gabinete económico de la que participó el propio presidente.
Todesca es secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, el cargo que tenía Jorge Neme, quien justamente la reemplazó en la vicejefatura de gabinete. Era impensado que Neme o que cualquier otro secretario de un ministerio como la Cancillería fuera el vocero de las reuniones económicas cuando Cafiero y Todesca estaban en la Rosada.
La relación diaria de Alberto con Cafiero es el contraste del trato del presidente con Manzur. El tucumano despertó los celos del primer mandatario desde que asumió luego de las primarias y le intentó dar una impronta propia al gabinete, con un ímpetu que dejó expuesto al propio Alberto. No fue gratis: el presidente le sacó el manejo de la pauta publicitaria que concentraba la Jefatura de Gabinete.
Fuentes al tanto de la situación interna en el gabinete confirmaron a LPO que Manzur no tiene previsto regresar a Tucumán, que le gusta el trabajo político que despliega desde la jefatura de Gabinete, pero concedieron que la relación con Alberto no pasa por un buen momento, por recelos o celos del Presidente.